jueves, 31 de marzo de 2016

Un “Abogado del Niño” para la Residencia de Olivos!!!!

José Machain*—
El Presidente Macri, en resiente reportaje al Diario Perfil(**), consultado por la exposición pública a la que expone asiduamente a su hija menor en comparación a los otros hijos de la pareja Presidencial, respondió que por ahora él considera que la pequeña todavía no tiene vida propia" y que decide él" (sic, Mauricio Macri).

Resulta muy preocupante la conceptualización que implica tal respuesta de un adulto a cargo de una niña, ya que se desprende de ello que “el no tener vida propia" despoja a ese ser humano (en la etapa de “primera infancia") de ser considerado como “sujeto de derecho" y por lo tanto como “objeto" a disposición de las necesidades del adulto. Para los que trabajamos en temas de derechos de infancia, no nos pasa desapercibido sus actitudes y declaraciones que representan recurrentes desconocimiento y ninguneo de lo que significa la protección y cuidado integral de la niñez.

Por tal motivo preocupa que, si así trata a su propia hija, ¿qué podemos esperar por lxs niñxs argentinos?
Para Mauricio Macri, su hija menor NO TIENE VIDA PROPIA. El Presidente de Argentina NO considera a su propia hija como SUJETO DE DERECHO; negándole a la niña los plenos derechos que la legislación argentina le tiene consagrado junto con la Convención de Derechos del Niño.
Grave desprecio de la máxima autoridad del País que fulmina, ni siquiera por DNU, los mayores avances de ampliación de Derechos que las infancias tuvieron en la historia de nuestra Nación.
Esta declaración está en coincidencia con los reiterados sucesos en público protagonizados por Macri, de “avasallamiento" a la corporalidad de niñxs. En este punto, Macri deja permeable su percepción personal sobre las “infancias” en general.
Por otra parte, significa de su parte, una desvalorización y retroceso en la importancia de la etapa de la PRIMERA INFANCIA, en donde el “cachorro humano" se desarrolla en plenitud.
A la hora de un análisis político sobre sus actitudes para con NNyA; el problema en su relacionamiento (ya) habitual con niños/as (y me permito opinar a partir de reiteradas actitudes a lo largo de su vida política y pública, que no son muy ejemplares), denota de su parte un avasallamiento recurrente sobre los cuerpos de esas infancias involucradas ocasionalmente; al estilo: “vení y hacé lo que yo quiero”.
Vale recordar algunas de las situaciones que le hemos conocido; empezando por aquella ya lejana de su conferencia en una de las villas de la Ciudad al inicio de su mandato como Jefe de Gobierno, en la que hace parar a su lado a una niña, ambos sobre un “palet” encima de un piso embarrado, donde solo habló Macri mientras la niña, cual “florero”, solo tuvo un rol decorativo, y nunca estuvo en consideración como sujeto activo o co-protagonista de lo que Macri pretendía anunciar. La niña fue parte de una puesta en escena en la pretensión de construir un determinado “relato” por parte del funcionario.
Luego, vale recordar la anécdota contada por el propio Macri sobre una comunicación que había recibido de la entonces Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Macri relató públicamente que él atendió a CFK en “calzoncillos” (sic Macri), cuando la hija pre-púber de su actual pareja con quienes convive, le acercó el teléfono en el que había recibido esa llamada (para otro debate queda el análisis de la cuestión de género intrínseca que dicha explicitación conlleva —qué necesidad de tantos detalles—, enmascarando una puja de poder entre un hombre, mero alcalde de una Gran Ciudad y una mujer, Primera Mandataria del País). Pocos advirtieron entonces, que la escena descripta implica que con total normalidad, Macri como hombre adulto, se pasea por su vivienda en calzoncillos delante de una niña púber que NO es su hija. No debiera ser necesario recurrir a ninguna biblioteca de psicología o psicoanálisis para identificar que ese escenario “naturalizado” no es de lo más recomendable a la hora de establecer vínculos intrafamiliares virtuosos.
Seguidamente, podemos recordar el spot de su campaña, donde Macri conversa con una madre y una niña que orgullosamente se esmera en mostrarle su plantación de rosas, las que reconoce que luego sale a vender para poder comprarse una bicicleta (remanida alegoría a la que las derechas conservadoras apelan para ensalzar los valores del esfuerzo individual). Situación que también amerita otro debate, sobre la apología, banalización e invisibilidad del trabajo infantil (en todo caso Macri debiera haberle “prometido” a los padres de la niña que desarrollaría políticas que les beneficiarían de tal forma a esa familia para que ellos pudieran
comprarle la bicicleta que la niña deseaba, sin tener que ella salir a “trabajar” vendiendo rosas, y dedicando ese tiempo a disfrutar de su derecho al juego y recreación). Pero volvamos al spot en donde en medio del recorrido de los rosales Macri se empeña en “abrazar” a la niña, quien expresa, mediante su inobjetable gestualidad, que ese forzamiento NO es de su agrado; a lo cual Macri persiste en su actitud irrespetuosa hacia el cuerpo de la niña (y lo peor de todo, diciéndole: “…vení, vení, ya te vas a aflojar.”), que siempre dejó explícita su negativa, no ya en palabras, que siempre es mucho más difícil de verbalizar un rechazo, sino mediante la insistente actitud huidiza ante ese forzamiento sobre su cuerpo y espacio vital. (ver link: http://bit.ly/1Urosbx)
¿Termina la zaga, con la reciente experiencia vivenciada por un niño en un acto de la empresa Coto, donde de forma sorpresiva y desde atrás, el ahora Pte. Macri toma por el cuello al niño para situarlo a su lado a la hora de una foto protocolar? Se advierte claramente que el niño ha sido sorprendido y desconociendo desde donde proviene tal invasión a su corporalidad, se resiste con todas sus fuerzas y trata denodadamente de mantener su lugar al lado de quien parece ser su madre. En tal esfuerzo finalmente victorioso para el niño, se observa que él ha perdido un calzado, sobre el que vuelve cerca de Macri para recuperarlo. Nuevamente se
observa que el actual Pte. Macri reitera la actitud de avasallamiento de los cuerpos de niños (porque nunca se le vio ninguna actitud similar para con otros pares adultos, hombre o mujer, a quienes pretenda forzar desde las gestualidades), con el único objetivo de que sean parte de una puesta en escena de lo que Macri considera que desea trasmitir. En todos los casos descriptos se puede advertir que nunca existe una invitación previa, hablada o gestualizada, de convocatoria a un acercamiento corporal; siempre son arrebatos imprevistos a infantes desprevenidos. (ver link: http://bit.ly/1XZUbii)
Cabe preguntarnos entonces (más allá del asesoramiento de los funcionarios y especialistas en el tema que lo rodean), ¿cuáles serán sus genuinas prioridades a la hora de definir las cuestiones presupuestarias, de gestión y de políticas pública para las infancias del país, si el Presidente permanentemente expresa desde su espontaneidad esas reacciones para con las infancias? Y además (y por sobre todo) ¿NO CONSIDERA RELEVANTE la opinión, deseos y sentires de su propia hija?
 *José Machain
Consejero por Legislatura
Consejo de Derechos de niñas, Niños y Adolescentes – CABA
(**)Reportaje en PERFIL: http://www.perfil.com/politica/He-tenido-dias-de-abrumarme-20160319-0100.html

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