Osvaldo Riganti-
Dos sentidas bajas en el campo nacional y popular
En estos momentos, caracterizados por
una feroz ofensiva de los grupos económicos sobre los trabajadores y los
militantes sociales, marzo ha registrado la sensible pérdida de dos patriotas.
Uno fue Julio Morresi, Padre de Plaza de
Mayo y miembro de “Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones
Politicas”. Militante apasionado desde los albores del movimiento de Perón,
perdió a su hijo Norberto Julio, de 17 años, integrante de la UES, asesinado en
1976 por la dictadura militar. Su otro hijo, Claudio, jugó al fútbol en River
Plate y formó parte del equipo que conquistó en 1986 y hasta ahora, el único
campeonato mundial de la institución. Además fue Secretario de Deportes durante
el gobierno de Néstor Kirchner y candidato a legislador porteño en las
recientes elecciones de la ciudad.
Julio Morresi fue distinguido como
“Personalidad destacada de los Derechos Humanos” por la Legislatura de la
Ciudad de Buenos Aires en 2009 y al año siguiente recibió el premio “Azucena
Villaflor” por su destacada militancia en la materia.
En 1990 se alejó del PJ formando parte
de las fuerzas que acompañaron a Chacho Álvarez cuando Menem liberó a los
genocidas y adoptó un giro liberal a contramano de las mejores tradiciones
peronistas.
Retornó a esa fuerza en los últimos
tiempos, buscando afianzar la jefatura del movimiento nacional por parte de
Cristina. Y pocos días antes de su fallecimiento estuvo en la calle a la cabeza
de los reclamos por Milagro Sala, la dirigente social que el macrismo tiene
como rehén.
Pocos días después de Julio, falleció
Aldo Ferrer. Fue un destacado economista que tuvo en la materia
En el mismo suplemento el economista
Matías Kulfas señala que su libro “La economía argentina” constituye “una obra
ineludible una época y definió un estilo” a los efectos de “analizar la
historia económica del país”.
Restaurada la democracia fue presidente
del Banco Provincia en tiempos de Alfonsín.
Tuvo una figuración destacada entre los
economistas que presentaron el plan Fénix como respuesta al neoliberalismo que
llevó a la Argentina a la catástrofe económico-social de comienzos del milenio.
Alejandro Vanoli, miembro de dicho Plan, apunta que su accionar estuvo “en las
antípodas de la liberalización comercial y financiera, la desarticulación del
Estado, políticas regresivas en la distribución del ingreso, la desarticulación
de programas científicos y tecnológicos” que lleva adelante Mauricio Macri. Y
exhorta a “tomar la posta de Aldo para que el pueblo sepa de qué se trata y
hagamos realidad el país para el que él trabajó y soñó”.
Como Morresi, Ferrer seguía dando
batalla en defensa de concepciones que alentó toda la vida. 86 años Julio, 88
Aldo. Ninguno de los dos supo de renunciamientos en su apasionada defensa de la
línea nacional.
Se fueron de este mundo con la desazón
de ver extraviada a la patria amada. Pero queda el compromiso de ambos como
testimonio firme para las futuras generaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar, compartir y opinar