jueves, 31 de marzo de 2016

El fútbol y la nueva ofensiva de Macri en pos de las sociedades anónimas

Osvaldo Riganti—
Aguilar y Macri
Tras haber fracasado en sus propósitos de privatizar el fútbol a poco de instalarse en la presidencia de Boca Juniors, el ahora presidente de la República, sintiéndose fortalecido por tal condición, ha aconsejado que los clubes de fútbol solucionen sus padecimientos convirtiéndose en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD).
Desde los que parecieran remotos tiempos del mayor fracaso de una selección nacional en la historia —lo sucedido durante el siempre recordado Mundial de Suecia—, se habla del tema. Ante las críticas que se multiplicaban porque tras el gran éxito en el Sudamericano de Lima del año anterior nuestro balompié no pudo retener a sus astros que descollaron en ese evento —Humberto Maschio, Antonio Valentín Angelillo y Enrique Omar Sívori fueron transferidos a Europa—, el entonces titular de la AFA creyó decir algo ingenioso para salir del pantano y recomendó que los clubes adoptaran la figura de las SAD. El pope de la calle Viamonte, Raúl H.Colombo, conjeturaba que los clubes convertidos en entes privados gozarían de solidez económica y podrían retener a sus figuras.
A partir de aquellos tiempos o quizás desde antes, hemos padecido una obstinada presión que chocó con la férrea defensa de los socios en defensa de sus derechos. A todo esto, en el mundo se dieron casos de ruidosos fracasos de tal estructura jurídico-comercial, concebida como panacea para los males del más popular de los deportes.
En ediciones anteriores "unoytres" anticipó la ofensiva que se venía y que al final se dio. Macri se pronunció "a favor del ingreso de empresas para administrar el fútbol", revela "Página 12" el 18 del corriente. "En un mundo donde todos apuntamos a elegir en libertad, que los socios de cada club elijan" dijo el ex titular boquense, con olvido aparente de que su postura fue categóricamente derrotada en un Congreso de AFA al principio de milenio, en el cual el único voto "pro S.A.D." fue el suyo. Quién lideró el movimiento para contener la ofensiva privatista fue el doctor José María Aguilar, que impulsó una intensa campaña con tal fin y accedió a la conducción de River Plate precisamente con un fuerte respaldo de la masa societaria, que no quiso saber nada con sociedades anónimas ni gerenciamientos.
Y ha sido el ex presidente "millonario" precisamente el que salió al ruedo señalando ante las manifestaciones de quien fuera su colega rigiendo los destinos del otro de los dos más importantes clubes de nuestro medio; "Con los clubes no, Macri. Lo intentó con el gobierno de Menem y el proyecto de ley de Granillo Ocampo. Forzó a tratarlo en AFA. Perdió por paliza. No es tema sólo de ideología. Es vital para los afectos de los socios y los objetivos de las asociaciones civiles. Avanza porque es muy atractivo para los grupos de poder concentrado. Pero habrá lucha y resistencia. No pasarán", expresó.
El presidente de Lanús, Nicolás Russo rechazó también en forma contundente la idea del titular del Poder Ejecutivo. "Empiezan a venir capitales, ponen nombres fantasmas y terminan siendo dueños de 5 clubes, como pasa en todo el mundo" dijo desechando las sociedades anónimas. En esa línea se dan situaciones como las que vivió el fútbol español. "El fracaso de las sociedades anónimas en España" titula una nota de "Mercantil/Sociedades" escrita por Álvaro Truyots. “Los clubes que se convirtieron en SAD están casi todos en la ruina, demostrando la escasa utilidad de una norma perversa" apuntó.
En materia de pronunciamientos de socios, Macri parece también olvidar los de Deportivo Español cuando él fue protagonista de un intento de privatización de ese club, antes que sus desvelos se orientaran hacia Boca Juniors. "Unos 400 socios del Deportivo Español —alude el blog "De colección"— impidieron que ese club se convirtiera en el Mar del Plata Fútbol Club. Se acusa a Macri de la quiebra del club que a mediados de 1997 intentó comprar. Como no pudo, le cedió jugadores que en Boca no tenían cabida, en calidad de préstamos, con cifras impagables para Español, lo que generó una deuda descomunal, aparte que al término del apertura, la mayoría de esos jugadores se fueron del club del Bajo Flores, dejando en banda al Deportivo, llevándolo al descenso y la quiebra".

Como se ve, un tema que siempre tuvo sus bemoles y que más de una vez involucró al hoy huéped de Balcarce 50.

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