Osvaldo Riganti—
Aguilar y Macri |
Tras haber fracasado en sus propósitos de
privatizar el fútbol a poco de instalarse en la presidencia de Boca Juniors, el
ahora presidente de la República, sintiéndose fortalecido por tal condición, ha
aconsejado que los clubes de fútbol solucionen sus padecimientos convirtiéndose
en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD).
Desde los que parecieran remotos tiempos del mayor
fracaso de una selección nacional en la historia —lo sucedido durante el
siempre recordado Mundial de Suecia—, se habla del tema. Ante las críticas que se
multiplicaban porque tras el gran éxito en el Sudamericano de Lima del año
anterior nuestro balompié no pudo retener a sus astros que descollaron en ese
evento —Humberto Maschio, Antonio Valentín Angelillo y Enrique Omar Sívori
fueron transferidos a Europa—, el entonces titular de la AFA creyó decir algo
ingenioso para salir del pantano y recomendó que los clubes adoptaran la figura
de las SAD. El pope de la calle Viamonte, Raúl H.Colombo, conjeturaba que los
clubes convertidos en entes privados gozarían de solidez económica y podrían
retener a sus figuras.
En ediciones anteriores "unoytres" anticipó la ofensiva que se venía y que al final se
dio. Macri se pronunció "a favor del
ingreso de empresas para administrar el fútbol", revela "Página 12" el 18 del corriente.
"En un mundo donde todos apuntamos a
elegir en libertad, que los socios de cada club elijan" dijo el ex
titular boquense, con olvido aparente de que su postura fue categóricamente
derrotada en un Congreso de AFA al principio de milenio, en el cual el único
voto "pro S.A.D." fue el
suyo. Quién lideró el movimiento para contener la ofensiva privatista fue el
doctor José María Aguilar, que impulsó una intensa campaña con tal fin y
accedió a la conducción de River Plate precisamente con un fuerte respaldo de
la masa societaria, que no quiso saber nada con sociedades anónimas ni
gerenciamientos.
Y ha sido el ex presidente "millonario"
precisamente el que salió al ruedo señalando ante las manifestaciones de quien
fuera su colega rigiendo los destinos del otro de los dos más importantes
clubes de nuestro medio; "Con los
clubes no, Macri. Lo intentó con el gobierno de Menem y el proyecto de ley de
Granillo Ocampo. Forzó a tratarlo en AFA. Perdió por paliza. No es tema sólo de
ideología. Es vital para los afectos de los socios y los objetivos de las
asociaciones civiles. Avanza porque es muy atractivo para los grupos de poder
concentrado. Pero habrá lucha y resistencia. No pasarán", expresó.
El presidente de Lanús, Nicolás Russo rechazó
también en forma contundente la idea del titular del Poder Ejecutivo. "Empiezan a venir capitales, ponen nombres
fantasmas y terminan siendo dueños de 5 clubes, como pasa en todo el mundo"
dijo desechando las sociedades anónimas. En esa línea se dan situaciones como
las que vivió el fútbol español. "El
fracaso de las sociedades anónimas en España" titula una nota de
"Mercantil/Sociedades" escrita por Álvaro Truyots. “Los clubes que se convirtieron en SAD están
casi todos en la ruina, demostrando la escasa utilidad de una norma perversa"
apuntó.
En materia de pronunciamientos de socios, Macri
parece también olvidar los de Deportivo Español cuando él fue protagonista de
un intento de privatización de ese club, antes que sus desvelos se orientaran
hacia Boca Juniors. "Unos 400 socios
del Deportivo Español —alude el blog "De colección"— impidieron que ese club se convirtiera en el
Mar del Plata Fútbol Club. Se acusa a Macri de la quiebra del club que a
mediados de 1997 intentó comprar. Como no pudo, le cedió jugadores que en Boca
no tenían cabida, en calidad de préstamos, con cifras impagables para Español,
lo que generó una deuda descomunal, aparte que al término del apertura, la
mayoría de esos jugadores se fueron del club del Bajo Flores, dejando en banda
al Deportivo, llevándolo al descenso y la quiebra".
Como se ve, un tema que siempre tuvo sus bemoles y
que más de una vez involucró al hoy huéped de Balcarce 50.
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