ESPAÑA, CUNA DEL AJEDREZ MODERNO

Por el profesor José Pecora 

Isabel laCatólica

El ajedrez que se juega hoy en día es muy distinto del que se practicaba en la antigüedad y mucho de ello tiene que ver España, fundamentalmente al comienzo de la revolución femenina en el mundo en su lucha por la igualdad con el hombre. En la actualidad, no nos sorprende para nada que en un país el poder lo detente una mujer, sin embargo, hace quinientos años, la cosa no era tan natural.

Es bien sabido por todos que la influencia de la reina Isabel la Católica cambió la historia del mundo: con su apoyo, el navegante genovés
Cristóbal Colón, descubrió América para los europeos. También modificó el rumbo de su país con la conversión obligada de los musulmanes al cristianismo y la expulsión de los judíos.

Isabel I de Castilla y su marido Fernando II de Aragón, por su gran intervención religiosa fueron llamados los reyes católicos y con ese nombre pasaron a la posteridad.

Lo que el común de la gente no sabe es que esta reina, de la que hace apenas unos días se cumplieron 517 años de su muerte (falleció el 26 de noviembre de 1496), también modificó para siempre la lógica y la dinámica del ajedrez.

Si bien esto no lo hizo ella directamente, sucedió de forma colateral por el gran poder que ejercía en el manejo del reino. Su esposo, Fernando II, rey de Aragón y de Castilla “delegaba en ella” muchas de sus responsabilidades de gobierno y se dedicaba a una vida bastante alegre y disipada, ocupándose de atender a sus numerosas amantes.

Se casaron muy jóvenes, a los 17 y 18 años respectivamente, y al poco tiempo Fernando tuvo dos hijos con una de sus queridas, Aldonza Roig de Ibarra: Alfonso de Aragón (quién llegó a ser arzobispo de Zaragoza) y Juana de Aragón.

 Fernando II rey de Aragón

Cuando el rey Fernando los reconoció como hijos extra matrimoniales, se armó un gran escándalo, pero Isabel lo perdonó, dijo que los hijos del rey debían ser respetados como tales y continuaron con su matrimonio. Pero el manejo del reino lo ejercía ella. Esto en la sociedad de la época causó un gran impacto, que también se reflejó en el ajedrez. Veamos cómo.

El ajedrez fue introducido en España por los árabes alrededor del año 850 bajo el nombre de “satranj” y se practicaba a su usanza. El juego no presentaba ninguna pieza con simbología femenina. Además de la torre, el caballo, el alfil y los peones, existía una pieza denominada “alferza”, que vendría a personificar a un ayudante del rey. La misma tenía una movilidad muy limitada, por lo que el ajedrez era un juego lento —ya que las piezas demoraban mucho tiempo en entrar en combate con las fuerzas enemigas —por lo que su popularidad estaba en franca decadencia y tenía más importancia el estudio de posiciones, del tipo problemas a resolver, que la misma práctica del deporte por medio de partidas.

Entonces, aparecieron unos iluminados que decidieron hacer algo para que el juego fuera más dinámico e interesante. Inspirados en la fuerte imagen de la reina Isabel y el poder que ella detentaba, cambiaron sus reglas, reemplazaron a la “alferza” por la figura de la “reina”, a la que le confirieron sus actuales movimientos, convirtiéndola en la pieza más poderosa del tablero y con ello revolucionaron totalmente el ajedrez. Además, le otorgaron a los peones la oportunidad de coronar y transformarse en reinas.

La figura de la reina de ajedrez, con sus nuevos atributos, aparece por primera vez en 1475 en un poema titulado “Scachs d’amor”, de un valenciano llamado Francesh Vicent. En el año 1492, la reina Isabel expulsó a los moros y a los judíos de España y como éstos eran muy aficionados al ajedrez, al ser desterrados, lo difundieron por toda Europa con sus nuevas reglas.

Además hay constancias que Vicent fue en 1506 profesor de ajedrez de Lucrecia Borgia, también de familia valenciana, ya que su padre Rodrigo Borgia lo era (Rodrigo Borgia se convirtió en el papa Alejandro VI). (3)

Lucrecia Borgia

Si bien a ella y a su padre, se le imputan toda clase de vicios y crímenes hasta el punto erigirla como prototipo de la maldad, es necesario señalar que también tuvo acciones de otro tipo.

Por la gran corrupción imperante durante el papado de la época, al que se le atribuyen numerosos crímenes, entre los cuales, según se dice, el papa vendía los capelos cardenalicios y después de un tiempo, a los individuos que eran nombrados cardenales los mandaba a envenenar por su hija, para vender nuevamente esos mismos cargos.

Aparte de estas y muchas otras maldades que figuran en la historia, Lucrecia Borgia, tuvo una gran actividad como mecenas y acogió a numerosos escritores y artistas a quienes les brindó su apoyo.

Su labor cultural fue muy importante, incluyendo el fomento a la práctica del ajedrez. Todo esto ayudó a que las nuevas reglas del juego alcanzaran gran popularidad en Italia y se expandieran aún más por Europa. Esas reglas se  mantuvieron intocables hasta nu

estros días.

Como nota de color, deseo agregar que a la muerte de la reina Isabel I, a los 52 años, el rey Fernando II que —tal como señalé más arriba —durante toda su vida tuvo infinidad de amantes y de quién se decía que poseía una gran habilidad en éste campo, contrajo nuevo matrimonio con una joven francesa de 18 años, llamada Germana de Foix. Como su rendimiento sexual después de tantos años de batalla, había declinado y no podía satisfacer en su totalidad los requerimientos de su joven esposa, el rey se sometió a un tratamiento con un brebaje de cantárida, un insecto que contiene una sustancia vasodilatadora similar al viagra actual.

cantarida

La cantaridina tomada por vía interna provoca irritaciones en los genitales. Teóricamente, es la irritación de los genitales lo que hace aumentar los deseos sexuales, pero la cantaridina a veces no provoca estimulaciones positivas y una sobredosis puede ocasionar la muerte.

Esta substancia se conoce desde la antigüedad, ya que comenzó su uso médico con las descripciones que hiciera el padre de la medicina, el famoso médico griego Hipócrates. (5)

Hipócrates

Se pasaron con la dosis del potente estimulante que Germana le suministró a Fernando y por poco lo mata y aunque se salvó, durante tres meses quedó de cama hasta recuperarse.

Fernando ya nunca fue el mismo y el quebranto producido por el afrodisiaco en su salud,  le produjo toda una cadena de desarreglos sexuales, físicos y morales que le hundieron en la impotencia.

Su muerte, acaecida dos años más tarde, nos autoriza a decir que lo mató el viagra.