viernes, 31 de julio de 2015

Una cuestión de “principios”

Mauricio Epsztejn—
"Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros"
(Frase atribuida a Groucho Marx)
Aunque usted no lo crea, un precepto semejante es el que le recomienda a Mauricio Macri su asesor de imagen y política, el ecuatoriano Durán Barba, que desde hace varios años trabaja en el proyecto del ingeniero por llegar a presidente de la Nación. Con el fin de ofrecer a los dirigentes y funcionarios del PRO un compilado de respuestas a los interrogantes periodísticos sobre el sorpresivo cambio de discurso de su numen, el gurú distribuyó entre ellos un instructivo básico de diez, al que se puede acceder a través del enlace con Página12 que va al pie*.
Para despejar dudas sobre la autenticidad del material —que hasta la publicación de esta nota nadie desmintió —, se agrega un enlace con la versión completa de una reunión del PRO en la que el periodista de La Nación**—un medio ubicado en el extremo ideológico opuesto al del anterior — parece haber participado, donde Durán Barba le comunicó al tink tank de cerebros PRO las razones del cambio en la estrategia.

Allí, la “tribuna de doctrina” escribe: Durán Barba interpretó en una conversación íntima el "optimismo" de los argentinos con el gobierno de Cristina Kirchner, admitió la buena imagen pública de Daniel Scioli y justificó el cambio de discurso de Macri.
“Nosotros tenemos que entender a la gente. Si la gente cree que Scioli es un buen gobernador -el 65% lo piensa-, pues Scioli es un buen gobernador. ¿Es Maquiavélico? No, es acercarse a la gente. Si la gente cree que la Virgen de Guadalupe es una atorranta, pues lo será hasta que se demuestre lo contrario”.
Y si la realidad fuera tal como el gurú la pinta, el resultado de la inversión desestabilizadora y cuasi golpista que desde hace doce años viene impulsando la mayor parte de la oposición interna e internacional –buitres incluidos –sería desastrosa para sus planes, cero eficiencia, un trabajo a pura pérdida. Pobre gente, qué pobreza de ideas y propuestas si a menos de tres semanas de las PASO, el principal pollo se les quedó desplumado y con la anatomía plena al descubierto.  
Sólo para hablar de este año, impulsaron innumerables operaciones políticas, económicas y de prensa, entre las más notables de ellas estuvo al comienzo del año el famoso y olvidado informe Nisman, su muerte e intento de canonización, a la que siguieron intentos de corridas bancarias y cambiarias, un Cabral justiciero heroico y los infaltables fantasmas agitados desde la Rural. La inteligencia y versación de nuestros lectores nos ahorrará completar la lista, que hasta el 25 de octubre y más allá crecerá, como se verifica con sólo echar una mirada por el vecindario continental. A pesar de eso, el gobierno de Cristina conservó la calma, sostuvo la iniciativa y, sin ingenuidad, apegándose a la legalidad vigente, siguió gobernando. Tal como todo indica lo hará hasta el último día de mandato.
…y como si esto fuera poco –le plagiamos el latiguillo a los vendedores ambulantes –en el escenario mediático irrumpió el programa “Economía Política” que el periodista Roberto Navarro emite por el Canal C5N y que el gobierno de Mauricio Macri intentó censurar, que el lector encontrará ya viralizado en las redes sociales cuando el lector reciba unoytres.com.ar , donde el periodista demuestra por boca de los voceros económico de Macri lo ridículo del circo montado por el PRO y Macri la noche del ballotage.   
Sin embargo, esta labilidad ideológica del precandidato desnuda mucho más que una paupérrima propuesta política y mísera especulación electoral verificada por las encuestas de Durán Barba. Indica que debido al odio anti K, el arco político opositor aliado a Macri sufre de una miopía que no le permite percibir con un mínimo de objetividad lo que sucede en la sociedad y que su discurso ataca incluso temas que alguna vez sostuvieron y abandonaron a partir de 2003 para transformarse paulatinamente en furgón de cola de lo más reaccionario de la sociedad.
De allí que uno se pregunta: ¿Qué le queda de yrigoyenismo a Ernesto Sanz y a la Unión Cívica Radical, cuando el argumento supremo con que convenció a los reunidos en Gualeguaychú fue el de amontonarse junto a Macri o el que fuera para salvar algún puestito, gobernación o cargo público? ¿Qué le queda, cuando aún mantiene en sus filas a De la Rúa, que asumió el gobierno asesinando manifestantes en la provincia de Corrientes y terminó sembrando de cadáveres el país cuando en 2001 huyó de la Casa Rosada?
La otra pata de Cambiemos, la doctora Elisa Carrió, nos parece merecer un tratamiento más piadoso porque su derrotero hace rato que derrapó de la política e incursionó en terrenos más cercanos a Villa Freud que a las bambalinas.
Y hay más. ¿El lector se acuerda de UNEN, uno de cuyos integrantes era el Partido Socialista, el de Hermes Binner, partidario del golpista venezolano Capriles, que desistió de su candidatura sin siquiera formular una propuesta política y se la arrojó, más que cedió, a los restos de aquel rejunte agrupados alrededor de Margarita Stolbizer que hace lo imposible por reunir a cuanto despistado anda suelto?
El último de lista señera es Sergio Massa, que hace seis meses –una eternidad –aún se creía Gardel y hoy, cuando escucha que alguien entona “Corrientes y Esmeralda” se tapa la orejas para no escuchar los versos burlones que, él cree, Celedonio Flores le dedicara por anticipado.  
Entonces, algo pasó en Argentina desde 2003 para que ahora Durán Barba llegue a la conclusión que la mayoría de los argentinos ha incorporado ciertos valores que no está dispuesta a entregar ante ningún traficante de espejitos de colores, por más plata y globos amarillos que ponga. Por eso, sin vergüenza al ridículo o a pesar de él, y seguramente también para salvar sus honorarios, le redactó el asombroso discurso que el ingeniero Macri pronunció la noche del ballotage.
Eso explica mejor que nada que su actual libreto no fue fruto de un arrebato espontáneo por el susto que le produjo la estrecha ventaja su pupilo. Entonces son de esperar nuevas promesas como la de mantener la Asignación universal por hijo y Aerolíneas e YPF estatales. Si hiciera falta no sólo prometerá 10 kilómetros de subte por año, sino que le agregará la de crear puentes donde no sea necesario y luego hacer correr ríos por debajo para justificar las obras.  

A no desesperar en la zona norte de la CABA

De todos modos y desde la modestia de esta columna, queremos llevar tranquilidad a los vecinos de Recoleta y Barrio Parque: una fuente recontrachequeada le aseguró a este medio que dentro de las recomendaciones del ecuatoriano no figura la de transformar el domicilio del ingeniero en una Unidad Básica de La Cámpora.
La CABA, su ballotage y el dilema en el Frente para la Victoria
El desafío político-electoral que Mariano Recalde aceptó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) –segundo distrito electoral del país –fue una jugada audaz de La Cámpora y en particular suya por la que incursionó y empezó a foguearse como representante de una generación de jóvenes nuevos políticos, en un territorio hasta ahora hegemonizado por las precedentes. Eso representa un avance de lo que en otra época se denominó “relevo generacional”. El desembarco no fue en cualquier lugar, tiempo y circunstancia, sino en un territorio tradicionalmente esquivo al peronismo y al FpV; contra un adversario fuerte, como el impulsado por Macri, el opositor nacional mejor perfilado para diciembre y contra otro joven, respaldado por el resto del arco opositor. Recalde arrancó desde muy abajo y debió remontar la cuesta después del fallido experimento donde la proliferación de candidatos lo dejó tercero en las PASO y obligó a la intervención de CFK, que bien se le podía haber ahorrado, para someter a un baño de realidad a los aspirantes del propio espacio y ordenarlo nacionalmente. Fue en tal escenario que debutó Recalde y allí puso a prueba su capacidad para absorber el sacudón y ayudar a que el espacio saliera más cohesionado.
Así se lanzó la campaña electoral por la primera vuelta, en la que el Frente para la Victoria planteó que también en la CABA se jugaban los mismos dos proyectos de Nación que en el resto del país, sólo que allí por uno participaban dos fórmulas no aliadas localmente, pero con planteos coincidentes en lo nacional: la de Larreta y la de Lousteau, mientras el otro proyecto, llevaba sólo la lista encabezada por Recalde.
Concluida la primera vuelta con el FpV fuera del ballotage, éste quedó en una posición muy incómoda para dar una respuesta unificada, homogénea y coherente quince días más tarde, pues su propio estado de desarrollo lo condicionaba: una estructura aún endeble, poco tiempo para debatir de modo amplio y profundo la estrategia más conveniente para esa circunstancia y además hubo fuerzas, como la dirigida por Aníbal Ibarra o incluso un alto funcionario ministerial sin responsabilidad política en el territorio, que llamaron a votar por Lousteau o expresó sus simpatías por dicha opción. En consecuencia, a la militancia y a los recientes votantes del FpV sólo se le abrieron tres alternativas, ninguna de ellas capaz de satisfacer al conjunto:
1) abstención, 2) voto en blanco y 3) voto a Lousteau para castigar a Macri a través de su candidato.
En cuanto a la abstención, las razones que a un ciudadano lo conducen a él son variadas: distancia, edad avanzada, enfermedad, falta de documentos, etc.. En cambio el voto en blanco tuvo su momento culminante como expresión de protesta cuando las proscripciones eran norma, algo hoy inimaginable.    
Este cronista sabe –porque participó de ellos –, que hubo debates, dudas y cambios de posición entre familiares, amigos, militantes, adherentes, simpatizantes o simples votantes del Frente para la Victoria. El resultado final –público y evidente–, fue que la inmensa mayoría se volcó por la tercera alternativa. La decisión se aceleró, –intuye el escriba –el día previo al comicio o pocas horas antes de emitir el voto, incluso sospecha a muchos resolviéndolo recién frente a la impresora de la boleta.
El resultado le dio a Larreta una ventaja sobre Lousteau de, en números redondos, 55.000 votos. Ese es el dato duro.
Otro dato duro es que los partidos de la llamada izquierda, que obtuvieron en conjunto algo más del 7% llamaron a votar en blanco en el ballotage; el total de abstenciones creció un 4 % entre ambas vueltas y en la comparación de los en blanco hubo 55.000 más.
¿Alguien puede adjudicarse la paternidad de estos dos últimos? Difícil de dilucidar.
El 9 de agosto tendremos las PASO nacionales, en la Provincia de Buenos Aires y en algunas más.
Luego, el 25 de octubre, segundos afuera y la de fondo. Si hubiera ballotage, sería en noviembre.

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