domingo, 24 de febrero de 2013

AGRUPACIÓN MURGUERA: “LOS MISMOS DE SIEMPRE”

Entrevista a su Director: Maximiliano Correale

Ana María Cafarelli--
A cara lavada
Entrevistamos a Maximiliano en el lugar en donde ensaya la murga: el Asociación Vecinal “La Paternal”, a metros de Donato Álvarez y Paz Soldán, en dicho barrio.  Allí nos recibe Maxi y antes de comenzar, nos muestra la sala de ensayo y otros espacios que fueron construyendo, por ejemplo, una radio, “Doppler” que sale al aire por Internet, donde la murga tiene un espacio los miércoles de 21 a 23 hs.

Al comienzo de la entrevista Maxi nos comenta que ese espacio vecinal estaba bastante deteriorado cuando ellos se acercaron allí para funcionar con la murga y ya  ni siquiera  abría sus puertas todos los días. Con los ensayos, reuniones, la cena luego de cada ensayo del grupo, se logró un movimiento que fue promoviendo en parte el acercamiento de los vecinos.




Le preguntamos cómo surge esta agrupación y en qué momento. Nos cuenta que a los diecinueve años él integraba otra murga tradicional del barrio —“Los Mimosos de La Patenal” —, donde participaba sólo como si fuera un juego. “Pero ya en el año 2000 — dice —con unos amigos de la murga pensamos en separarnos para armar otro grupo,  incorporando actividades circenses, mas musicalidad y teatralidad”. Aclara que se separaron en buenos términos, simplemente para hacer algo distinto. De hecho, en este momento y según un nomenclador que las clasifica, ellos están caratulados como “grupo de musicalidad y humor”.

Es necesario recordar que, era justo el momento en que se venía amasando la terrible crisis socio económica que estalló en el 2001 en nuestro país y que los “90 dejaron un vacío ideológico cultural enorme”.

Entonces empezamos a ensayar acá cerca, en la Plaza de Carrefour, y durante casi tres años, éramos siempre los mismos, no se agregaba nadie…bueno, de allí surge el nombre “Los mismos de siempre”. Pero por suerte, de a poco, se fue incorporando gente y hoy somos ciento veinte personas que integramos esta agrupación.

Agrega: “durante todo este tiempo han desfilado miles de personas y el grupo se fue renovando constantemente, a tal punto que de los que la empezamos sólo quedamos una profesora de danza y yo. También tuvimos mas integrantes que hoy, unos cien más, pero a medida que las exigencias fueron mayores en los ensayos y se pidió continuidad, muchos fueron dejando por no poder cumplir”.

Cuando le preguntamos sobre qué lo lleva a hacer esto, nos dice que él tiene una sensibilidad y experiencia de participación social y política por su militancia en la JPy encontró en esto una manera de expresión, de participación y de llegada al barrio y a las familias. Nos aclara que “todo esto se hace ad honoren y en horarios que nos permita cumplir con nuestros trabajos”.

Otra inquietud nuestra fue saber cómo llevan a cabo todas las actividades, danzas, letras, vestuario, etc. Nos cuenta que tienen un profesor de canto, dos profesoras de danzas para la parte de coreografía y otra para la danza libre. Él es percusionista y dirige esa actividad y las letras son construcciones colectivas. Los trajes, son el producto del trabajo de cada participante y los renuevan cada vez que reciben el subsidio presupuestado por la Ciudad, en setiembre u octubre de cada año. Este subsidio, nos comenta, “por diferentes causas nunca es lo mismo, siempre falta algo”. El dinero que les permitió armar el espacio, incluyendo la radio o renovar los instrumentos, lo obtienen con la organización del corso sobre la calle Nazca y César Díaz. La tarea es grande y por eso enseñan a cuidar los instrumentos como manera de valorar ese esfuerzo. Esto significa concientizar sobre el respeto que merece el trabajo de todos.  Cada actuación, insume muchísimos gastos en micros, comida y gente que organiza y controla el espacio del corso, cuestión que tienen a su cargo. La murga realiza dos actuaciones diarias en un circuito que recorren todas las noches de carnaval y no cuentan con demasiado apoyo del gobierno de la ciudad, como es el caso de los baños químicos, el sonido, etc.

Maximiliano nos cuenta que el Gobierno de la Ciudadle ofreció un espacio en el Autódromo como lugar exclusivo para la actuación de todas las murgas, con seguridad, iluminación y escenario incluidos. Esta propuesta fue rechazada, porque consideraron que de esa manera se pierde la esencia del carnaval, que es la participación barrial y la integración de los vecinos con sus familias. “No queremos que la murga pierda el sentido —y agrega —, en este grupo están mis hijas y mi esposa, estuvo mi hermana, y cada chico que actúa va acompañado de sus padres”

A todo esto, menciona su agradecimiento, que seguramente interpreta al de toda la comunidad murguera por la restitución del feriado. Y agrega: “aunque algunos lo utilicen para viajar, observamos que es mucha la gente que concurre y participan familias enteras, con muchos chicos que juegan y se divierten”.



Como esta entrevista se hizo a principios de febrero, nos adelantaron que se iban a presentar en su propio corso los días 17 y 24 de febrero, para el cierre del propio corso que organizan, el de Nazca y César Díaz, donde invitarán a participar a los vecinos en el baile y la diversión, junto a la murga.

Antes de retirarnos participamos en parte del ensayo del grupo de percusión y vocal, en la sala que ellos mismos construyeron a pulmón y juntando peso a peso, controlada por una consola de sonido e instrumental de los más modernos.

1 comentario:

  1. juan marcelo juarez4 de octubre de 2013, 19:52

    todo bien amigos me gusta lo que maxi iso yo soy chorongo un bombista

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