lunes, 29 de febrero de 2016

Sobre hombres buenos y malos

Pedro C. Fernández—
Arturo Pérez Reverte
Hombres buenos, la última novela de Arturo Pérez Reverte, nos transporta nuevamente al viejo continente europeo. Ambientada a finales del siglo XVIII, en el Madrid ilustrado de Carlos III y en el París prerrevolucionario, esta novela histórica finalizada en enero del 2015, nos cuenta el viaje de dos miembros de la Real academia de letras de España que, orientados por las luces de la razón, marchan a París en vísperas de la Revolución francesa a la búsqueda de los 28 volúmenes de la Encyclopédie de D’Alembert y Diderot, donde deben enfrentarse a las ideas conservadoras y de la vieja inquisición que seguían vigentes en su patria. En salones y cafés también participan, junto a personajes reales de la Revolución francesa, de tertulias donde alternan los temas filosóficos con los de agitaciones políticas. El relato incluye hasta la impecable y minuciosa narración de un duelo a espada, que utiliza razones de honor patriótico como excusa para la disputa por los favores de una aristocrática y seductora dama parisina. También es destacable la descripción detallada de la Real Academia de Letras y sus personajes, sus debates y protocolos académicos.
A esta fascinante novela, en la cual se mezclan la aventura y la historia, se suman otros títulos de su prolífera producción literaria, donde sus obras permiten una lectura amena y reconfortante como: El Asedio, Cabo Trafalgar, Territorio Comanche, La sombra del águila, El húsar, Un asunto de honor, El pintor de batallas. Incluso en este rango se puede considerar a la propia serie del Capitán Alatriste, por estar mezclada con personajes reales y de ficción del siglo XVII, como Lope de Vega y Francisco de Quevedo. No son los únicos títulos de este miembro más joven de la Real Academia. Nacido en 1951 en Cartagena, España, también es “Caballero de la Orden de las Letras y Artes” de Francia, y en Argentina integra la Academia Argentina de Lunfardo, entre otros galardones que fue obteniendo durante su trayectoria. Muchas de sus obras se llevaron al cine, como la Tabla de
Flandes, El Maestro de esgrima y El Club Dumas. A la televisión llegó La Reina del Sur, una obra realizada con rigor de detalles y narraciones que recurren a la jerga habitual del tráfico de drogas en Méjico y España, pues ese lenguaje nutre a un casi dialecto que, de cierta manera, no está totalmente al margen en lo que a lengua española se refiere debido a la cantidad de vocablos y usos idiomáticos que se diferencia entre ambos países y regiones. También describe algunos personajes de vigencia actual, como el Chapo Guzmán, y muchas  historias de ese particular sub mundo, un trabajo que le insumió seis años de investigación y cuya adaptación para la TV tuvo mucho éxito en EE.UU., pero recibió algunas críticas en España.
En su narrativa, Pérez Reverte describe con rigor y precisión lugares, acontecimientos y épocas reales, y lo hace combinando ficción literaria con historia real. Amante de la náutica, navega con su velero por el mar mediterráneo, siendo un avezado conocedor del vocabulario naval, tanto actual como antiguo, sea mercante o de guerra, que le permitieron novelas como: La carta esférica, Los Barcos se pierden en tierra y la nombrada Cabo Trafalgar basada en la histórica batalla, por la cual hasta ahora fue el único civil condecorado por la Armada Española.
El ajedrez también está presente en varias de sus obras, como La tabla de Flandes, El asedio, El tango de la vieja guardia (capítulos 5 y 9, “Una partida aplazada” y “La variante Max”). Licenciado en periodismo, su trayectoria como corresponsal de guerra lo llevó a campos de batalla desde Líbano a Croacia, pasando por El Salvador, Nicaragua, el Golfo Pérsico, zonas de África y, curiosamente, también la guerra de Malvinas. A partir de esas experiencias toma definitivamente la pluma narrativa y de ficción en 1995, reflejando en Territorio Comanche y en El Pintor de batallas sus experiencias. Sus publicaciones lo ubican actualmente entre los más leídos de la lengua hispana, con 15 millones de libros vendidos, muchos de ellos en nuestro país, donde incluso participó en la feria del libro donde presentó Hombres buenos. Disciplinado, trabaja 8 horas por día, y se traslada personalmente a los lugares donde transcurren los hechos de sus novelas. Además de libros realiza tareas periodísticas para “El País semanal”, el suplemento dominical del diario “El País” de Madrid, bajo el pseudónimo de Patente de Corso y para la revista “La Nación”, de Bs. As.
Criticado en algún momento y con un distanciamiento de la TV española —donde hasta lo quisieron cuestionar por su plaza en la Real Academia Española de Letras—, su producción permanente no se detiene y después de publicar en 2015 Hombres buenos, inició un proyecto por acercar la historia de la guerra civil española a los jóvenes, intentando hacerlo sin partidismos, algo bastante difícil pues esa tragedia produjo una conmoción que aún perdura en España y el mundo. El trabajo vio la luz en noviembre de 2015 bajo el nombre “La guerra civil contada a los jóvenes”. Editada en España por Alfaguara, aún no llegó a nuestro país. Se trata de una reseña histórica, con 30 breves capítulos ilustrados por el dibujante Fernando Vicente, con anexos de mapas del conflicto, un panorama de uniformes y un glosario, aunque quizás no sea la novela ambientada en esa época que algunos lectores esperában. Cuando“Hombres buenos” se publicó en Buenos Aires, Pérez Reverte se definió como un “escritor cazador que se juega y sale del territorio” (Telam, 23/04/2015), y es evidente que se juega con esta reseña al elegir un tema tan polémico, como lo hizo siendo corresponsal en cerca de 30 guerras civiles. Esta obra, que le llevó 6 meses, es considerada “con adjetivos, y sin opinión del autor” —según se señala en la entrevista que publicó “El país semanal” el 05/11/2015—. Allí  declaró “que tenía que haber hecho esto antes”.
En muchos caso sus novelas fueron ambientadas en conflictos de la historia de España lejanos en el tiempo, donde la contradicción era con un enemigo exterior. En este último trabajo, el conflicto es relativamente reciente, sin la irresuelta polarización que subsiste hasta hoy dentro de su propia sociedad y en otras latitudes, como en Argentina, con grandes colectividades españolas que fueron muy sensibles durante la contienda y que quizás por eso mismo provoque polémicas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar, compartir y opinar