sábado, 1 de noviembre de 2014

El Museo Polifacético Rocsen

Charla de unoytres.com.ar con Juan Santiago Bouchon, su dueño y fundador

Entrevista de Mauricio Epsztejn—
Museo Rocsen
En la provincia de Córdoba y al borde de la ruta provincial 14 se levanta Nono, una pintoresca localidad que, según dicen, es la más antigua del Valle de Traslasierra; atravesándola en dirección a las Altas Cumbres y después de recorrer 5 kilómetros por un camino de tierra, se llega al Museo Polifacético Rocsen, un nombre “que proviene de una propiedad que teníamos desde el siglo XII y que hemos perdido durante la última guerra mundial” —nos cuenta su artífice y constructor— y que evoca dos palabras celtas modificadas por la antigua lengua bretona quiere decir roca santa.
Juan Santiago Bouchon
Juan Santiago Bouchon nació en Niza (Francia) el 3 de julio de 1928 y llegó a nuestro país el último día de 1950 con un contrato de trabajo por 8 meses para hacer una experiencia piloto en la sección Turismo de embajada francesa en Buenos Aires, que buscaba de incrementar el flujo de argentinos hacia el país galo. Con los 8.000 kg. de objetos que trajo organizó una exposición que paseó y difundió por todo nuestro país, al que así conoció de punta a punta y en 1959 lo indujo a pedir la radicación definitiva para afincarse cerca de Nono, en el campo, donde empezó la historia del museo. Los 8 meses iniciales terminaron transformándose en 8 años que revolucionaron su vida y llevaron a que el Jean Jacques con que había llegado se transformara en el definitivo Juan Santiago, con que se lo conoce hasta hoy.

Con lozanos 86 años cumplidos sigue al frente del museo donde recibe y conversa con quien se le acerca, del mismo modo que hizo con este cronista, sobre los temas que le preocupan y sobre los que sigue trabajando.

“Me quedé aquí porque no podía ser en otra parte —dice y agrega—, elegí este lugar por su microclima y a que la formación precámbrica de las sierras de Córdoba tiene una gran contenido de cuarzo cuyas propiedades energizantes y polivalentes le hacen muy bien a mi salud. Es decir, no estoy aquí por azar. No concibo fronteras porque las fronteras son conservadas por minorías ocultas para vender armas. No hay otro motivo. Es un sector de la humanidad que no aprende, están armando la tercera guerra mundial, algo absolutamente espantoso. A mi me tocó vivir la segunda guerra mundial, que dejó 50 millones de muertos, sin contar los que quedaron bajo los escombros. Entonces participé en una organización francesa paralela a la Cruz Roja de Suiza, destinada a salvar vidas, no a matar gente y eso me transformó en un pacifista, en un humanista. Esa es la razón por la cual entre los personajes de la fachada donde no hay ni un César, ni un Napoleón, ni un Hitler, ni un Bush”.

Efectivamente, esa impresionante fachada es lo primero con que el visitante se topa cuando desemboca en el ancho estacionamiento del frente. Son 49 esculturas que le llevaron siete años de trabajo e incluyen a personajes de distintas épocas que marcaron su impronta sobre las artes, la ciencia, la filosofía y demás disciplinas. Si bien el número evoca un tema cabalístico (siete veces siete), las más de 46.000 piezas distribuidas por los 2.650 m2 que ocupan las salas incluyen desde muestras de las diversas actividades humanas, hasta fósiles, colecciones de mariposas, elementos de geología y multitud de piezas que asombran al visitante y lo atrapan para prolongar por horas y horas su estadía.

El museo es una institución privada que se autofinancia a través del cobro de una entrada. Desde que se inauguró en 1969 el visitante un millón llegó el 31 de diciembre de 2000, sin dejar de funcionar ni un solo día hasta hoy. También recibe delegaciones estudiantiles cuyo acceso es gratuito y ya supera los 200 mil jóvenes.

El objetivo básico del museo es el difundir la cultura y promover la educación.

Cuando la obra todavía estaba en proyecto, Juan Santiago meditó sobre el por qué se sentía impulsado desde pequeño a juntar y clasificar objetos hechos o encontradas por los seres humanos. Y llegó a una conclusión que resumió como lema de su trabajo: “Desearía que en mi Museo se encuentre todo el hombre para todos los hombres….”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar, compartir y opinar