lunes, 31 de julio de 2017

A 60 años de la reforma constitucional de 1957

Osvaldo Riganti—
El 28 de julio se han cumplido 60 años de las elecciones para una convención reformadora de la Constitución.
La dictadura de Aramburu, mediante un bando militar en abril de 1956, decretó la vigencia de la Constitución de 1853 con sus posteriores reformas, excluyendo las de 1949. Los juristas liberales Juan González Calderón, Segundo Linares Quintana, Sebastián Soler y Germán  Bidart junto a socialistas como Sánchez Viamonte dieron sustento jurídico al proceder de la tiranía. El gobierno quería conocer la relación de fuerzas entre los partidos.
Perón escribía a Cooke: “Con referencia a las elecciones de constituyentes, nosotros debemos hacer allí un acto más de resistencia, tratando de que no se realicen o en su defecto haciendo cualquier cosa para que no sirvan de nada. Hay que decir a la gente que su voto no debe valer, que no voten o busquen la manera de anularlo escribiendo ‘Asesinos’ o lo que se les ocurra”.
Cooke previno a Perón que si la gente no concurría al comicio podía sufrir sanciones y/o persecuciones. Entonces el líder ofreció desde el exilio una triple alternativa: no votar, votar en blanco o anular el voto con la palabra “asesinos”.
Desde la revista “Qué” Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz (dos intelectuales prestigiosos) llevaban adelante la posición  de no votar en blanco, entendiendo que ello favorecería el avance de  la Unión Cívica Radical del Pueblo de Balbín, más comprometida esos años con el gobierno “gorila” que la Unión Cívica Radical Intransigente de Frondizi. El conservador popular Solano Lima (que se acercaba progresivamente a Perón) adhirió al voto en blanco.
En definitiva el votoblanquismo reunió la mayor cantidad de votos: 2.115.861 (alrededor del 25%). La UCRP 2.106.524 (poco más del 24%) y la UCRI  1.847.603 (21%).
La UCRI se acercó llamativamente a la entonces más fortalecida UCRP por sus manifestaciones en pos de la legalización del peronismo, las críticas a la política económica y social y su propósito de sabotear la convocatoria por proscriptiva, al impedir la participación del partido mayoritario.
Pero el electorado más ortodoxamente peronista se volcó mayoritariamente por votar en blanco.
Llegada la Convención  Constituyente  los sabattinistas —sub bloque minoritario dentro de los radicales del Pueblo—  obtuvieron la presidencia de la Asamblea al ser nombrado Ignacio Palacios Hidalgo (presidente de la UCRP de Córdoba).
La discusión de los derechos sociales insumió largas horas, teniendo la misión informativa el socialista Alfredo Palacios y la comunista Irma Othar.
Oscar Alende (presidente del bloque radical intransigente) expresó: “No estamos sentados aquí en calidad de constituyentes sino como simples ciudadanos que niegan validez a esta Convención Constituyente”
El bloque radical intransigente impugnó la legitimidad de la reunión y abandonó el recinto, en medio de un áspero cruce de palabras entre Oscar Alende y Alfredo Palacios.
El cuerpo, que había empezado a sesionar el 30 de agosto de 1957, se disolvió por falta de quórum el 25 de octubre, justo cuando se iba a votar un artículo igual al 40 de la de 1949 y oficialmente finalizó su cometido el 14 de noviembre, declarando nulas las reformas peronistas de 1949. Agregó un artículo sobre derechos sociales, incorporados como 14 bis al artículo 14 de la Constitución. El 14 bis imponía la protección al trabajo, seguridad a los gremios y protección a la familia del trabajador.
El cuerpo declaró vigente la Constitución de 1853 con las reformas de 1860, 1866 y 1898.

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