El amor hecho carne

Ma. Mercedes Alemán—

“Primero el problema fue Dios, hasta que apareció Nietzsche,  después fue el sujeto y Foucault  terminó con eso, pero el amor sigue siendo algo irresuelto”.

En un departamento en el barrio de recoleta, entre dos gatos que entran y salen, una biblioteca con muchos libros de Cortázar y la luz que asoma y evidencia la existencia de una cocina. Con unas cervezas en la mesa, maní, salamín y queso, Ivanna Colonna Olsen y Diego Fantín hablan sobre BIFE, el dúo de tango y cumbia que componen mientras se preguntan, ente otras cosas ¿Qué carajo es el amor?

Ivanna —Cada uno tiene versiones o historias diferentes sobre cómo se formó BIFE. Lo cierto es que nos conocimos en un centro cultural y pegamos onda cantando tango y boleros. Ese fue el inicio, creo que estábamos un poco borrachos.

Diego —Sí, un poco. Siempre que nos veíamos catábamos. Cantamos Malena, Los Mareados,

también algunos boleros. BIFE, me parece a mí, surge de la interacción musical nuestra. Lo que nos gusta juntos en ideas y música es lo que terminan siendo las canciones. Ivi, tiene su banda electro—cachengue, Pimentón.   De ahí me impresionó mucho lo bailable. Yo hacía canciones antes, lindas pero no bailables.  Me empezó a gustar porque en algún punto lo creo más real. Es algo que te moviliza sin que lo tengas que aceptar intelectualmente. Uno sale a bailar o, también en la semana, vas a trabajar y hay música, porque hay música en todos lados. En el bondi, en el walkman —Sí, dijo walkman —la música no es un objeto de museo y lo bailable está un grado más cerca de la realidad.

Teniendo como estilos madres cumbia y tango, y una primera canción que habla sobre el amor al sándwich de bondiola, BIFE fue tomando forma. Pero sabiendo que las definiciones también limitan decidieron ponerle al dúo, que tampoco sería justo limitarlo al formato dúo, un nombre que no los encasillara.

D —Queríamos que fuera un nombre recordable, ella dijo BIFE y nos reímos un buen rato. Hay una cuestión de no determinar lo que no tenemos claro, en el nombre jugamos con eso. Tenemos claro que cada uno hace con su ropa lo que se le canta y jugamos con eso. Ahora, como no están determinadas muchas cosas como banda no queremos que se no encasille a partir del nombre.

I —Lo pensamos como sigla B.I.F.E podía significar bonitos, inteligentes…

D —O boludos impredecibles. No queríamos determinarlo, así mantenemos el potencial y además cada persona puede jugar con eso.

I —Sí, creo que tratamos de no hablar de lo que no entendemos. De no definir lo que no tenemos claro, pero jugar con la duda o lo incompleto del concepto, con lo confuso.

Estos boludos impredecibles y/o bonitos inteligentes juegan, en la entrevista mientras hablan y mueven las cáscaras de maní, pero también en cada una de las cosas que hacen como banda ponen en duda a obviedad y dan muchas respuestas diferentes a las preguntas que generan. Igualan el tango y la cumbia como expresiones de la ciudad a la que pertenecen, pero no como estilos musicales de los cuales puedan adueñarse. Juegan, con el nombre, con las palabras y con el género de todo lo que pareciera tener género. Diego se pone polleras para tocar, se pinta los labios e Ivanna se dibuja un bigote, pero también juegan con el género musical rompiendo con las temáticas y las poéticas esperadas en cada uno de ellos.

D —BIFE tiene tres cabezas. La cumbia, el tango y  esa especie de pop o pop cínico.  Cada una tiene su parte sabrosa y cada una tiene que ver con su parte social y su qué decir.  Vos querés bailar, la cumbia está re buena, pero te tenés que bancar que diga “tu novia puta con mi pingo se ahoga” y uno no está de acuerdo con eso, ni te hace feliz pensar en eso. Cosas violentas y machistas que de otra manera, también las tiene el tango. Es real, pero no empatizo con ese modo yo no me junto con mis amigos  a decir “Mi novia me dejo y yo la cagué a sopapos”. No sé, busco otras maneras de interactuar con el mundo. El tango me encanta pero la temática del tango es antigua. Quiero tocar esas músicas pero no quiero ser el estereotipo con el que directamente se las asocia.

I —La ironía debe ser de las cosas que más nos gusta usar. Uno puede hacer un ensayo teórico, pero al momento de hacer una canción se deja más lugar a la interpretación de cada persona. Podés reírte, podés profundizar o bailar sin sentir que te están bajando línea.
De un tango por ejemplo se espera que sea machista, resentido y nostálgico; bueno a nosotros nos gusta jugar con lo que se espera y con lo que es. Nos divierte o simpatiza que un tango diga en amor dimos más que si pasa en un rock que es donde se espera que eso pase.

¿Cómo era antes su relación con estos géneros?

I —Canto tango desde muy chica. Siempre me discriminaron porque mi voz es muy grave entonces no podía cantar María Carey como el resto mis compañeritas de colegio. Canté tango mucho tiempo, hasta que sentí que me faltaba algo más para reproducirlo. No me identificaba, lo cantaba bien técnicamente, tenía mi trío de tangos; pero cuando tuve que elegir entre eso y Pimentón elegí Pimentón. Con la cumbia primero me relacioné de modo adolecente “cachete pechito y ombligo” en la secundaria, después cumbia colombiana y cosas que siempre bailé. Los Decadentes son lo mejor, son lo que hacen que te levantes y muevas el culo y va por ahí la cosa. Música por lo general bastardeada pero que todos bailamos y  si lo hacemos es porque nos gusta.

D —Volvemos a lo mismo, con lo géneros musicales hay cierta cosa de apropiación o estereotipo. Una etiqueta social a la que, con nuestra forma, nos rebelamos. “Ustedes son de Recoleta, no pueden hacer cumbia”, decía algunos sobre Pimentón y no creo que sea así. Si salís, escuchás esa música y sonreís, pero después a la hora de estudiar hacés violonchelo ¿por qué pasa eso? Si es lo que te gusta boludo, poné tu intelecto ahí.

I —Elegimos música urbana, tango, cumbia y pop,  nacen en la ciudad y nosotros también. Ahí está nuestra primera identificación.

D —Elegimos estás formas, pero seguramente surjan otras. De hecho hay cosas medio tangueras en las cumbias y medio cumbieras en los tangos, aunque también nos da placer rescatar los géneros musicales. No convertir todo en una mezcla medio rockera. Nos gusta que rítmicamente sea una cumbia y no otra cosa. Que la gente la reconozca como tal y decida bailar.

I —A mí me divierten los estribillos coreables. Mucha gente se va de los conciertos cantando los estribillos y eso a mí me encanta. Si un día llegamos a ser un tema de cancha woow! Ya fue todo.

Tanto Diego como Ivanna se miran cuando hablan como si buscaran que el otro afirme su discurso. Hablan con libertad, pero se nota que lo hacen en nombre del proyecto que los dos conforman. Se nota también que, a partir de la entrevista, ponen en palabras cosas que estaban en el aire. Ideas que entre ellos comprendieron sin tener que llevarlas al lenguaje y, ahora, que les piden explicaciones se miran como diciendo “Yo lo pienso por este lado ¿vos también no?”. Las fichas de los porque caen en ese momento y en cada respuesta da la sensación que reconfirman el camino tomado.

Siguen hablando de los géneros musicales y podrían elaborar un ensayo al respecto. Llegan entonces a la música romántica, se ríen de su canción Disney que lleva ese nombre porque podría ser la canción de una película o de una serie de Cris Morena. Diego acusa a las canciones pop melódicas de exaltar el amor de manera desproporcionada, mientras Ivanna dice que en realidad los boleros son “re porno”. Un tema lleva a otro y entonces salta lo que parece ser el tópico por excelencia de la banda ¿Qué es el amor?

I —Queremos ir directo en lo que queremos decir o creemos que es de determinada manera. Como con el nombre de la banda, lo que no sabemos que es no lo definimos, somos confusos porque no podemos determinar algo que no sabemos, entonces intentamos dejar  un espacio que no anule ninguna de la posibilidades de lo que creemos que puede llegar a ser, por ejemplo el amor.

D —En particular el amor. Porque lo que es sexual es sexual, lo que es cariño es cariño. Desarmar esa construcción que hay alrededor de EL AMOR. Yo creo que una problemática muy intensa de todos nosotros, o por lo menos de los treintañeros, que nos preguntamos “¿Qué mierda es el amor? ¿Qué nos pasa con esto?” se construyen un  montón de…

—Ficciones útiles— dice muy bajito Ivanna.

D —¿Ficciones sutiles?

I —Útiles

D —Sí eso ficciones —Diego se deslumbra ante la palabra que se le ocurrió a su compañera, como si hubiera descubierto la dinamita a partir de ese término elabora su teoría —Un montón de ficciones que no sé a quién le sirven. Como el amor puro, el fascismo mismo se justificó desde el amor a la humanidad La idea de amor establecida justifica cualquier cosa. O en un plano individual que la única manera de amar sea en pareja. No sé, no tengo idea que es el amor, pero creo que todos tenemos que preguntarnos qué carajo es eso.
Desde chicos no sabemos diferenciar si estamos calientes o enamorados, por  ejemplo. Pensar los límites, hasta donde el amor no tiene conveniencia amarase qué es ¿ver películas, caminar de la mano? ¿Qué es?

I —¿Por qué te tengo que querer? ¿Cuáles son los motivos válidos para querer a una persona?

D —No tenemos la respuesta y esa es una libertad. Así hinchamos las pelotas por ese lado, con las potenciales repuestas a la pregunta de qué carajo es el amor. Que es la gran duda, al menos de los treintañeros.

Las preguntas sobre el amor y sus posibles respuestas se extienden todavía más que la charla sobre géneros musicales. La única certeza es que no encuentran respuesta a lo que considera la problemática de la actualidad. Sin embargo a la hora de ponerle nombre al disco decidieron ponerle “Con amor”. Una banda que pone su nombre para que uno imagine lo que quiera y nos trae música con esa cosa que no logran definir, pero que afirman y reconocen su existencia. “Con amor” se puede descargar desde el bandcamp de la banda (http://bife.bandcamp.com/) y también conseguir de manera física junto a una revista donde sumaron dibujos y textos de sus amigos.

D —El disco son doce temas. Decidimos hacer un disco físicamente hablando por una cuestión un poco nostálgica del elemento, del Cd. Y por otro lado la identidad que le da que sean doce canciones, como una selección de cuentos que tienen su valor individual pero que juntos arman, conflictual y cierran, o no, una idea.

I —La idea de sumar la revista parte de ahí también. De la misma manera que nos gusta que bailen cuando nos escuchan, tenemos varios amigos que tienen algo que decir sobre el amor, el género y los temas que venimos hablando, tal vez no sea lo mismo que decimos nosotros pero es un punto de vista que queremos sumar. Nos gusta como escriben, como dibujan y nos parece copado incluirlos, que genere nuevas preguntas y nos interroguen a nosotros y a las mismas canciones. La idea es dialogar sobre esto.

D —Así como cada músico sumó su arreglo, sin que nosotros dijéramos como tocar, quisimos que nuestros amigos se sumaran como prefirieran, manifestándose a su modo. Y esa es una cuestión solidaria y filosófica (estoy currando un poco con esto). Me refiero a que somos una parte de algo que funciona en conjunto, nuestras ideas surgen de la interacción con personas, sobre todo de nuestros amigos. No seríamos lo mismo sin nuestros amigos, no por una cuestión mística, sino porque hablaríamos de otras cosas, o de las mismas nos llegarían diferentes ideas. BIFE por lo tanto tampoco sería lo mismo, porque es/somos parte de una trama.

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BIFE va a estar presentándose:

mie 07.05 Fiesta Jolie— Costa Rica 4659

sab 17.05 Casa Brandon – Luis María Drago 236—

dom 08.06 Festival Ciudad Emergente

Más info. de la banda www.facebook.com/SOMOSBIFE

El disco se consigue en Disquería mercurio (https://www.facebook.com/MercurioDisqueria)