viernes, 31 de mayo de 2013

Inundados sin soluciones a la vista

Carta de lectores-05/05/2013
Alicia Motta (Vecina Autoconvocada del Barrio de Villa Santa Rita).
Era la madrugada del 2 de abril, feriado largo, en el barrio de Villa Santa Rita de la Ciudad de Buenos Aires, más precisamente en Helguera y Tres Arroyos, empezó a llover, mucho, sin parar, con una fuerza pocas veces vista. Pero a pesar de no ser la primera lluvia intensa, el horror parecía estar presente y se iba acercando inexorablemente porque enseguida, más rápido que en otras oportunidades, la calle se cubrió de agua “de cordón a cordón” y subió a la vereda para alcanzar unos 50 centímetros de la altura al llegar a la pared.
Estaba oscuro. Sin embargo por la ventana igual podían adivinarse dos cosas: que el agua ya pasaba la ventanilla de los autos estacionados sobre la calle e incluso en la cuadra siguiente, más cerca de la Avenida Juan B. Justo, solo sobresalían los techos de los autos. Y lo otro, lo más raro, el agua “no corría”, no se escurría hacia Juan B. Justo como siempre. No, la calle se había transformado en una gran pileta de natación de agua sucia.

Una hora después que empezara este desastre, se cortó la luz. Entonces, como mi hijo había salido con el auto, le mandé un aviso por el celular para que no volviera porque estaba todo inundado. Fue inútil porque el suyo no tenía carga, así que no lo recibió ni se enteró. Cuando casi cuatro horas más tarde apareció asustadísimo y sin el auto del que alcanzó a salir cuando el agua bajó y le permitió abrir las puertas, nos contó que se vio obligado a dejarlo “del otro lado de Juan B. Justo” y a caminar con el agua hasta la cintura para cruzar la avenida pese al “remolino” que se formaba en Juan B. Justo y Cuenca, allí donde se encuentra un obrador que nunca supimos para qué estaba allí ni de que se trataba.
Cuando se hizo de día, lo que vimos fue terrible: autos flotando, gente tomada de la mano intentando caminar hacia algún lado, vecinos tratando de sacar el agua de sus casas con el secador, en un esfuerzo sin sentido porque la misma no escurría hacia ningún lado.
A partir de ese día, nos conformamos como “Vecinos Autoconvocados”. Primero fuimos los de Helguera y Tres Arroyos, luego el resto de la comuna 10, nos vinculamos a los de la 11 con el mismo problema, igual con los de la 7, y ahora ahora se extendió con los vecinos de Villa Urquiza.
Hay preguntas a las que las autoridades no nos dan respuesta satisfactoria:
¿Por qué ahora nos inundamos cuando antes no sucedía?
¿Por qué el agua no escurría?
¿Por qué el agua empezó a bajar para el lado contrario al declive de la calle?
¿Por qué se formó ese gran remolino en el obrador de Cuenca y Juan B. Justo?
Según se dijo en reuniones que tuvimos con ingenieros que participaron de ésta y de otras obras durante el entubamiento del Arroyo Maldonado, algo está mal hecho: se habla de una compuerta que se cerró y eso impide que el agua se escurra, con la consiguiente acumulación en nuestro barrio; otra versión dice que la causa es la falta de conección con el canal aliviador; y corren otras…
Lo cierto es que barrios como Villa Crespo y Palermo, que antes se inundaban, en esta oportunidad no tuvieron problemas. Así que suenan absurdas las excusas de algunos funcionarios sobre que: “la culpa es de los vecinos porque tiraron basura sabiendo que con el feriado, no pasaban a recogerla” ó, “y bueno, qué quieren, con la cantidad de agua que cayó…”.
Esas no pueden ser las razones de semejante catástrofe, porque esos argumentos no explican por qué algunos barrios fueron afectados más que otros por una lluvia tan copiosa, incluso más que los tradicionales damnificados y por qué quienes nunca las habían sufrido, ahora la padecen.



No tuvimos luz por más de quince días, lo que implicó que gente muy mayor o discapacitada quedara literalmente atrapada en los edificios, sin luz, sin agua potable e incluso sin gas, porque la fuerza del agua llegó a romper caños de gas. Todos ellos, estuvieron a la deriva, dependiendo de la solidaridad de los vecinos, que no fue poca. Los bomberos tuvieron que sacar autos de las cocheras totalmente inundadas y se habla de muertos que no fueron declarados.
Todo esto fue prolijamente escondido, ignorado, por el Gobierno de la Ciudad.
Nosotros, los Vecinos Autoconvocados de Villa Santa Rita, ahora nos reunimos con damnificados de otros barrios una o dos veces por semana y en conjunto seguimos buscando una explicación sobre lo que pasó y se tomen medidas para que esta tragedia no se repita. Porque las angustias, el estrés, los electrodomésticos que ya no sirven, la comida tirada, las fotos perdidas, cada historia que florece en el vecino que la cuenta, sigue en carne viva en nosotros y es ignorado por los medios de comunicación más importantes.
Solo queremos respuestas. ¿Cómo puede ser que tras el anuncio oficial del fin de las obras sobre Arroyo Maldonado y los festejos consiguientes que inclñuyeron hasta fuegos artificiales y carteles a lo largo de la avenida Juan B. Justo, la inundación se repita y tenga esta magnitud?
Entre las acciones que venimos desarrollando están las cartas dirigidas al Ing. Macri, a los consejeros vecinales, al ENRE, a Edesur, avaladas por miles de firmas. Además, para visibilizar nuestro reclamo en los medios, cortamos dos veces Juan B. Justo y Nazca; sin embargo, cuando aparecimos en algún noticiero, el zócalo habló de reclamos por cortes de luz, ignorando que nuestro era por la falta de una explicación oficial sobre lo ocurrido y sobre las medidas que el Gobierno de la Ciudad está tomando, si las toma, para evitar que esto se repita.
Hasta ahora no nos han dado una explicación satisfactoria de lo ocurrido.
Por eso tememos que el drama se repita. Para que eso no suceda, ¿qué tenemos que hacer? ¿orar para que no llueva mucho?
En cuanto a la reparación por lo daños causados por la inundación, el gobierno de la Ciudad nos otorgó un crédito del Banco Ciudad, a cinco años, con un interés del 0%, a devolver $ 100,= por mes.
Muchas gracias por publicar esta nota.

Nota de la Redacción: Según nos informa la vecina que envió esta nota, al cierre de esta edición muchos de los damnificados aún no habían recibido la indeminización comprometida por el Gobierno de la Ciudad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar, compartir y opinar