viernes, 31 de mayo de 2013

Boca-River ó River-Boca: pasiones nacidas a orillas del Riachuelo

 Osvaldo Riganti—
Nacidos juntos al lado del Riachuelo
Este mes de mayo ha tenido lugar una nueva edición del partido que paraliza al país, River-Boca o Boca-River, ("hay que ser cuidadosos hasta en el orden en que se los nombra, porque puede caer mal de uno u otro lado "señaló el suplemento "Sport" de la Revista "El Gráfico" hace casi medio siglo).
Ambos nacieron en las cercanías del Riachuelo. El barrio de la Boca alumbró a la azul y oro y la banda roja. Nacieron con los albores del siglo pasado y desde entonces "chanchos" y "gallinas"
 —apodos que uno y otro se endilgan despectivamente potenciando la añeja rivalidad —generan emociones, alegrías y rencores sin paralelo en la materia en el mundo.

En 1901 dos grupos de jóvenes discutían la supremacía futbolística en la Dársena Sur: Santa Rosa y La Rosales.
EL 25 de mayo se fusionaron con el nombre de "River Plate" tras barajarse los de "Club Atlético Forward" y "La Rosales". El impulsor de dicho nombre, Pedro Martín había reparado que en unos enormes cajones que bajaban de los barcos decía en la parte exterior "The River Plate".
La primera reunión se celebró a la sombra de un viejo sauce. Leopoldo Bard, primer presidente y capitán del equipo, fue una figura fundamental en la creación y el desarrollo de River Plate.
Hubo quienes sostuvieron que fue 1904 y no 1901 el año en que River empezó a funcionar. Pero el acta de fundación nos remite al 25 de mayo de 1901.
River comenzó jugando en la canchita que existía al este de la Dársena Sur, cerca de las carboneras de Wilson. Como no había recursos para comprar camisetas, recurrieron a los adornos de disfraces de los que recortaron bandas de género rojo que abrocharon en diagonal y con alfileres de gancho, sobre las blancas camisetas de uso diario.
"Tiempo Argentino" del 3 de julio de 2011 recoge expresiones del Gran Maestre de la masonería Ángel Martín Clavero, en el sentido de que la creación de River tiene vinculación con hombres de esa logia. Establece Clavero una relación entre los colores de River y los de la logia masónica y refuerza su apreciación diciendo que River tuvo hombres pertenecientes a la misma que intervinieron en su creación. Para eso cita a quien fue un dirigente de extensa trayectoria, don Antonio Liberti. Fuera de esos dichos no se posee otra información que avale la pertenencia de Liberti a la logia. De todos modos, si bien Liberti fue un hombre que marcó muchos hitos en la historia del club, no tuvo nada que ver con su fundación, ya que apenas tenía un año cuando aquella se produjo. Y respecto del origen de los colores, las referencias son precisas y aluden a otra vía.
Una orden del Ministerio de Agricultura desalojó su campo y debió instalarse en Sarandí, con el consiguiente perjuicio, ya que quedaba lejos de la Boca. Un hincha que se sumó, José Bernasconi, le cedió unos terrenos que tenía la empresa Dresco (almacenes navales). Así pudo volver el barrio.
El 24 de marzo de 1905 le fue otorgada la afiliación a la Argentine Footbll Association y River comenzó a jugar en Tercera división. El primer partido lo llevó a cabo en la canchita de Dársena Sur, ante Facultad de Medicina, el 30 de abril y fue derrotado por 3 a 2.
En 1915 se unificaron la Asociación Argentina y la Federación Argentina.
En 1920 River se clasificó campeón por primera vez, aventajando a Racing por 2 puntos. El cotejo consagratorio tuvo lugar el 9 de enero de 1921, en que venció a Quilmes 2 a 0 en un partido que se jugó en Avellaneda, en el campo de Crucecita, porque los “cerveceros” tenían su cancha suspendida. Se ponía así fin a la larga racha de 12 años de espera, con muchos subcampeonatos. Una experiencia parecida atravesó entre 1958 y 1975, en que se le negó el título de campeón, mientras sumaba segundos puestos, contingencia a lo cual su parcialidad le daba características frustrantes. Hasta que en 1975, dirigido por el máximo goleador de su historia, pudo terminar con el maleficio y se consagró bicampeón, con lo que inició un ciclo pródigo en tales halagos.
A su vez, en un lugar cercano a aquellos inicios, en 1905 el joven Esteban Baglietto reunió en su casa a cuatro amigos para fundar un club de fútbol. Como el intercambio de puntos de vista se hizo acalorado, el padre los mandó a la calle. Entonces se fueron a la Plaza Solís, ubicada en la manzana que conforman las calles Olavarría, Suárez. Gaboto y Ministro Brin y allí dieron nacimiento a Boca Juniors. Era el 3 de abril de 1905 y el joven Baglietto fue ungido presidente, pero a los 10 días lo reemplazó Luis Cerezo.
Por eso todos los años se congregan los directivos, socios e hinchas en la vieja plaza, para evocar que allí fue fundada la popular institución.
El nombre lo tomaron del barrio y le agregaron la palabra Juniors para aportarle un tono inglés que se interpretaba como un toque de distinción sobre la fama de "barrio difícil" de la Boca.
Se cuenta que la primera camiseta de Boca fue rosa, pero al ser objeto de burlas la cambiaron por una blanca con rayas horizontales, a la que le siguió una blanca con rayas azules. Pero como había un equipo con idéntica camiseta, se jugó un partido decisivo en el cual Boca perdió. Entonces Juan Brichetto —los Brichetto eran una familia de fuerte ligazón con el club —sugirió los actuales colores que serían definitivos, tomados de los de un barco sueco.
En 1908 se inscribió en la liga Oficial de la Argentina Football Association y el 3 de mayo jugó oficialmente por primera vez ante Belgrano Athletic, a quien derrotó por 3 a 1.
Al año siguiente accedió a la primera división a raíz de una reestructuración.
Su primer título lo obtuvo en el torneo de 1919, en el que consiguió tanta diferencia de puntos con los que le seguían, que el 20 de enero de 1920 el Tribunal de la Asociación Argentina de Fútbol dio por concluido el campeonato antes de lo previsto, con Boca puntero e invicto.
Boca alquiló un salón en Almirante Brown 97, que fue el lugar de reuniones de la Comisión Directiva. En esta década consiguió títulos oficiales y además la Copa de Honor, que le fue adjudicada a raíz de una exitosa gira por Europa.
Quiso el destino que los dos clubes nacidos en la populosa barriada adquirieran un crecimiento futbolístico y una adhesión popular de tal magnitud que se convirtieron en los más poderosos del fútbol argentino.
River, pisando la década del ´30, pega su primer gran salto e inaugura un estadio de lujo para la época en Alvear y Tagle.
En 1938 tiene lugar la inauguración de su majestuoso Monumental, que en estos días cumple tres cuartos de siglo de vida. Antonio V. Liberti, un hombre que condujo a la institución durante décadas, concibió llevar a River a Núñez e instaló la cancha en la cual jugarían a menudo equipos   de gran envergadura, al par que se disputarían los principales eventos futbolísticos. Liberti fue el artífice, pero la cancha fue inaugurada bajo la presidencia del doctor Julio Degrossi. En 1986 el presidente de entonces, doctor Hugo Santilli le adosó al nombre de Monumental el de "Antonio V. Liberti", efectivizando una disposición adoptada por su antecesor Rafael Aragón Cabrera en las postrimerías de su mandato, en 1983. Ello dio lugar a puntos de vista opuestos entre viejos asociados, adscriptos unos históricamente al "libertismo" y otros al "degrossismo", que polemizaban acerca de a cuál de los dos ex presidentes le correspondía dar su nombre al estadio. Sin embargo la visión generalizada de los distintos sectores ligados a la marcha de la institución es coincidente con los pasos dados en la materia por esos dos ex presidentes, al punto que precisamente pocos días después se le daba el citado nombre a las instalaciones,
A diferencia de su rival, Boca permaneció afincado en el barrio y el 25 de mayo de 1940 tuvo su instalación definitiva en lo que después pasó a llamarse "Bombonera". Entre los años ´60 y ´70 Alberto J. Armando impulsó el ambicioso proyecto de erigir un nuevo estadio en la Costanera Sur, donde hasta se colocó la piedra fundamental y se vendieron bonos patrimoniales para llevarlo adelante, pero llegó el 25 de mayo de 1975, la fecha comprometida para su inauguración, sin que la iniciativa hubiera avanzado y todo terminó en un fiasco, con denuncias de estafa incluidas.
Con los años, a la "Bombonera" le fue adjudicado el nombre de "Camilo Cichero", que regía los destinos del club cuando la misma se inauguró y fue el propulsor de la obra. Sorpresivamente, bajo la presidencia de Mauricio Macri, le sacó ese nombre y le impuso el de Alberto J. Armando, precisamente el titular de la entidad bajo cuya gestión tuvieron lugar los hechos señalados más arriba. Un dirigente histórico del club del Riachuelo, el doctor Pablo Abbatangelo —yerno precisamente del doctor Camilo Cichero —le planteó una vez a Macri la "gafe" cometida. El hoy Jefe de Gobierno de la Ciudad manifestó que no estaba en tema y se comprometió a devolverle "en la semana" el antiguo nombre. Pero el compromiso quedó en agua de borrajas y la cancha de Brandsen y del Valle Iberlucea hoy se sigue llamando "Alberto J. Armando".
En la década pasada hubo una iniciativa de Macri para que "el Liberti" fuera estadio único y sitio de enfrentamiento de las dos tradicionales divisas. La fuerte presión del entonces secretario de River y después su presidente, José María Aguilar, junto a vastos sectores de la hinchada de River determinó que la propuesta fuera a vía muerta.
El primer clásico de los clásicos —como ahora se identifica a los tradicionales enfrentamientos de Boca-River o River-Boca —se jugó el 24 de agosto de 1915 en la cancha de Racing, en Avellaneda, ante un numeroso público y lo ganó River 2 a 1. El "Tuerto" García —el entonces caudillo de quienes años después serían apodados "millonarios" —marcó el primer gol de estos históricos enfrentamientos.
En el año 1931, durante la 17ª fecha del primer torneo de la era profesional, jugaron por primera vez en la vieja cancha de Boca. Cuando el partido iba 1 a 1, se suspendió porque los jugadores de River realizaron fuertes cuestionamientos al gol del empate convertido por el boquense Varallo y se retiraron en la calle, donde a la salida se enfrentaron las dos hinchadas. Al final todo terminó con la intervención del Tribunal de Honor que le adjudicó los puntos a Boca.
Boca ganó el primer campeonato de la era profesional y River el siguiente, en 1932. En 1933, durante la última fecha del certamen, que ambos jugaron en la cancha de River, este le ganó por primera vez a Boca y fue 3 a 1, con lo que le arruinó la consagración. El cuadro de la Ribera había llegado a esa instancia aventajando a San Lorenzo por un punto, pero el triunfo del conjunto de la banda roja, le permitió a los azulgranas —que ese día ganaron —adjudicarse el campeonato. Fue una gran frustración para los boquenses, de la que los “xeneizes” se tomaron revancha décadas después, en 1963, al vencer a River en el propio Monumental por 1 a 0, una derrota que implicó para los millonarios resignar el campeonato a manos de Independiente, con el que venía disputando el título palmo a palmo. "Boca hoy levantó un pagaré a 30 años vista" dijo al terminar este partido Alberto J. Armando, como "vendetta" de aquel 3 a 1.
Varios triunfos de River con su recordada "Máquina" en los 40, partidos decisivos ganados por Boca en los ´60, espectaculares definiciones que fueron inclinando la balanza para uno u otro lado, a cargo de Severino Varela, Ángel Labruna, Paulo Valentim, "Pinino" Más, etc., así como la vuelta olímpica de Boca en el estadio de Núñez en 1969, la de River en la Boca en 1986 ("Ahora somos nosotros los que nos cobramos el pagaré" dijo Santilli, recordando la frase de Armando), fueron inscribiendo capítulos de una rivalidad que perdura hasta nuestros días.



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