sábado, 30 de abril de 2016

Von Neumann, compadre…

Jorge Tirabasso—
Charles Babbage
Si esta nota se iniciara con la insulsa referencia a la importancia de la informática (ciencia-matemáticas???) en la vida moderna, seguramente el querido lector pensaría que el autor inventó el agua tibia, optando a continuación por leer otra cosa o ir a tomarse unos mates. La cuestión será mejor considerada si tratamos de ver como la informática (ciencia-matemáticas???) le ha dado forma al mundo de hoy.
En este contexto pensamos en informática como la elaboración y el almacenamiento de datos, en un sentido más amplio que el relacionado estrictamente con las computadoras digitales. La palabra adecuada quizás sea Cibernética.
El antecedente más antiguo de la tablet, en la que posiblemente usted esté leyendo esto, fué un catafalco de muchas toneladas de hierro, acero y bronce movido por un motor a vapor, llamado "Ingenio Analítico", diseñado alrededor de 1832 por el filósofo, inventor y matemático inglés Charles Babbage. El ingenio analítico nunca comenzó a construirse. Ni siquiera llegó a terminarse un mecanismo anterior –incomparablemente más sencillo– conocido como "Ingenio Diferencial", que al momento de ser abandonado en 1834, había costado 17.470 libras. A título de comparación, en la misma época, la construcción de la locomotora a vapor “John Bull” costó 784 libras. ¿Cuál pudo ser el interés en financiar semejante empresa? Uno de los motivos fue facilitar el comercio inglés. Esto es porque el uso principal del Ingenio Diferencial sería la elaboración de tablas de todo tipo, como las usadas para el cálculo de mareas, de navegación, astronómicas, actuariales, etc. Y errores en cualquiera de esos documentos hacían perder o encallar barcos o inducían errores en los cálculos comerciales. De manera que no era sólo por el progreso de la ciencia...

Clementina-Primera computadora que hubo en Argentina
Si mucho tiempo después –en 1944 para ser exactos– usted estuviera en Londres, llegar a 1945 para contar el cuento hubiera dependido de la suerte y de una reciente creación cibernética del matemático Norbert Weiner, conocida como Predictor M-9, que tomaba la información que daban los radares acerca de las bombas voladoras V-1 alemanas y apuntaba las baterías antiaéreas de modo automático. Antes del M-9, se requerían unos 2.500 disparos para acertarle a una V-1. Después del M-9, usualmente eran suficientes menos de 100.
Lejos de Londres su problema durante la guerra hubiera sido la escasez. Escasez de alimentos por ejemplo, pero también de cualquier otra cosa que necesitaran enviar por barco hacia Europa. Esto se debía a que los submarinos alemanes atacaban, principalmente en el Atlántico, cada barco con suministros que pudieran detectar. Los alemanes coordinaban todos sus ataques a través de mensajes de radio codificados con un aparato similar a una máquina de escribir evolucionada conocida como Enigma, que generaba claves extraordinariamente difíciles de descifrar, de las que sólo pudieron deducirse unos pocos detalles de funcionamiento gracias al trabajo de la resistencia polaca y, principalmente, de los errores cometidos por quienes operaban las máquinas. Tan seguros estaban los alemanes de la fortaleza de su codificación que preferían hundir un barco o un submarino para evitar que sus enemigos pudieran poner sus manos sobre una Enigma. Aunque eventualmente fue posible obtener una máquina, quedaba por determinar cómo se hacían los ajustes de la misma para codificar y descodificar, ya que los mismos se solían cambiar todos los días. Aquí entra en escena el matemático Alan Turing, quien impulsó la idea de construir una máquina que ensayara de modo automático cada posible combinación de los ajustes de la Enigma hasta dar con la clave para ese día. Estas máquinas, llamadas "Bombe", conseguían con mucha frecuencia romper los códigos alemanes y fueron las precursoras de la "Colossus", en el diseño de la cual colaboró también Turing, que fue la primera computadora electrónica programable moderna. Aunque por ahi digan otra cosa. Y casi es lógico, porque la información de la mera existencia de la Colossus estuvo clasificada hasta los años '70.
De manera que llegamos a 1945 y alguien que no sabe que sus claves han sido descubiertas está perdiendo batallas y material bélico a una velocidad ligeramente mayor que lo esperable. La ventaja otorgada por un matemático y sus máquinas fue clave en la victoria en el frente occidental de la guerra.
Mientras tanto, en los Estados Unidos de Norteamérica, otro científico se destacó por su colaboración con los militares. Se trataba de János Neumann, un húngaro de nacimiento que se nacionalizó estadounidense y se cambió el nombre por el de John Von Neumann. Fue un matemático brillantísimo, asesor del presidente de los EEUU y de varias corporaciones (como la Standard Oil) en asuntos científicos, máximo experto en armamentos de su época, violento anticomunista –como el mismo se definió en una audiencia en el senado– y más tarde, gran favorecedor del ataque nuclear preventivo y defensor de la idea de la Destrucción Mutua Asegurada como medio de mantener un equilibrio con la Unión Soviética. Fue también quien propuso a Kyoto –capital cultural de Japón– como objetivo de la bomba que finalmente se hizo estallar sobre Hiroshima a una altura del suelo optimizada para maximizar el daño. Los militares, seguramente con más sentido práctico que compasión, prefirieron algún objetivo de mayor relevancia bélica, aunque no desperdiciaron los cálculos de “Johnny” Von Neumann para determinar a que altura debía detonar la bomba.
La situación durante el comienzo de la guerra fría era la siguiente: los rusos –que aún no disponían de armas atómicas– tenían tanques y tropas suficientes como para avanzar sobre Europa desde el Este. Los norteamericanos tenían bombas de fisión relativamente pequeñas que podían ser enviadas en aviones bombarderos de gran alcance. Cuando en 1949 se produce en Siberia la primera prueba de un arma nuclear soviética, el panorama cambia drásticamente. Es así como nuestro amigo Johnny colabora en la construcción de una bomba de fusión –mucho más poderosa que las de fisión– más pequeña que las disponibles para facilitar su “entrega” *, realizando muchos de los cálculos con las computadoras disponibles en la época, ordenando modificaciones en la computadora ENIAC para hacerla más adecuada a sus propósitos, diseñando la computadora IAS del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton e impulsando el uso de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) como medio para no tener que confrontar directamente a las fuerzas soviéticas y dejar sentada una implícita amenaza a Moscú. El personaje del Dr. Strangelove de la película de Stanley Kubrick “Dr. Insólito” parece haber sido inspirado por Von Neumann.
La arquitectura de la ENIAC modificada –a la que se conoció como “Johnniac”– es la madre de la gran mayoría de las computadoras actuales. La IAS fue la base de la IBM 704, de enorme éxito de ventas para IBM Corp. Los ICBM abrieron el camino a la exploración espacial y los satélites de comunicación. Y en el futuro, cuando el avance de la técnica lo haga posible, la implementación de la teoría de Von Neumann sobre autómatas autoreproductores podría ser la base de la colonización de otros planetas.
Así que ya sabe. Un matemático puede ser más temible que un terrorista, ganar una guerra como si fuera un general, gastar dinero como si fuera un faraón egipcio o predecir por donde vendrán las bombas como si tuviera poderes parapsicológicos. La ciencia en general tiene todas esas facetas. Creo que es importante tenerlo presente. Y tan importante como eso es que, como sociedad, no podemos de dejar de prestarle atención a la ciencia y a los científicos.


* Es interesante que la palabra que se usa en inglés para la detonación sea “delivery”, que además de remitir a la entrega de correo o comida es también la que se usa para nombrar el parto o nacimiento de un bebé. El eufemismo intenta alejar el acto de decidir, autorizar o acometer un ataque nuclear de su real significado que es “Asesinato en Masa”.

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