Osvaldo Riganti—
Nacidos juntos al lado del Riachuelo |
Este mes
de mayo ha tenido lugar una nueva edición del partido que paraliza al país,
River-Boca o Boca-River, ("hay que ser cuidadosos hasta en el orden en que
se los nombra, porque puede caer mal de uno u otro lado "señaló el
suplemento "Sport" de la Revista "El Gráfico" hace casi
medio siglo).
Ambos
nacieron en las cercanías del Riachuelo. El barrio de la Boca alumbró a la azul
y oro y la banda roja. Nacieron con los albores del siglo pasado y desde
entonces "chanchos" y "gallinas"
—apodos que uno y otro se endilgan
despectivamente potenciando la añeja rivalidad —generan emociones, alegrías y
rencores sin paralelo en la materia en el mundo.
En 1901
dos grupos de jóvenes discutían la supremacía futbolística en la Dársena Sur:
Santa Rosa y La Rosales.
EL 25 de
mayo se fusionaron con el nombre de "River Plate" tras barajarse los
de "Club Atlético Forward" y "La Rosales". El impulsor de dicho
nombre, Pedro Martín había reparado que en unos enormes cajones que bajaban de
los barcos decía en la parte exterior "The River Plate".
La
primera reunión se celebró a la sombra de un viejo sauce. Leopoldo Bard, primer
presidente y capitán del equipo, fue una figura fundamental en la creación y el
desarrollo de River Plate.
Hubo
quienes sostuvieron que fue 1904 y no 1901 el año en que River empezó a
funcionar. Pero el acta de fundación nos remite al 25 de mayo de 1901.
River
comenzó jugando en la canchita que existía al este de la Dársena Sur, cerca de
las carboneras de Wilson. Como no había recursos para comprar camisetas,
recurrieron a los adornos de disfraces de los que recortaron bandas de género
rojo que abrocharon en diagonal y con alfileres de gancho, sobre las blancas
camisetas de uso diario.
"Tiempo
Argentino" del 3 de julio de 2011 recoge expresiones del Gran Maestre de
la masonería Ángel Martín Clavero, en el sentido de que la creación de River
tiene vinculación con hombres de esa logia. Establece Clavero una relación entre
los colores de River y los de la logia masónica y refuerza su apreciación
diciendo que River tuvo hombres pertenecientes a la misma que intervinieron en
su creación. Para eso cita a quien fue un dirigente de extensa trayectoria, don
Antonio Liberti. Fuera de esos dichos no se posee otra información que avale la
pertenencia de Liberti a la logia. De todos modos, si bien Liberti fue un
hombre que marcó muchos hitos en la historia del club, no tuvo nada que ver con
su fundación, ya que apenas tenía un año cuando aquella se produjo. Y respecto
del origen de los colores, las referencias son precisas y aluden a otra vía.
Una orden
del Ministerio de Agricultura desalojó su campo y debió instalarse en Sarandí, con
el consiguiente perjuicio, ya que quedaba lejos de la Boca. Un hincha que se sumó,
José Bernasconi, le cedió unos terrenos que tenía la empresa Dresco (almacenes
navales). Así pudo volver el barrio.
El 24 de
marzo de 1905 le fue otorgada la afiliación a la Argentine Footbll Association
y River comenzó a jugar en Tercera división. El primer partido lo llevó a cabo
en la canchita de Dársena Sur, ante Facultad de Medicina, el 30 de abril y fue derrotado
por 3 a 2.
En 1915
se unificaron la Asociación Argentina y la Federación Argentina.
En 1920
River se clasificó campeón por primera vez, aventajando a Racing por 2 puntos.
El cotejo consagratorio tuvo lugar el 9 de enero de 1921, en que venció a
Quilmes 2 a 0 en un partido que se jugó en Avellaneda, en el campo de Crucecita,
porque los “cerveceros” tenían su cancha suspendida. Se ponía así fin a la
larga racha de 12 años de espera, con muchos subcampeonatos. Una experiencia parecida
atravesó entre 1958 y 1975, en que se le negó el título de campeón, mientras
sumaba segundos puestos, contingencia a lo cual su parcialidad le daba
características frustrantes. Hasta que en 1975, dirigido por el máximo goleador
de su historia, pudo terminar con el maleficio y se consagró bicampeón, con lo
que inició un ciclo pródigo en tales halagos.
A su vez,
en un lugar cercano a aquellos inicios, en 1905 el joven Esteban Baglietto
reunió en su casa a cuatro amigos para fundar un club de fútbol. Como el intercambio
de puntos de vista se hizo acalorado, el padre los mandó a la calle. Entonces se
fueron a la Plaza Solís, ubicada en la manzana que conforman las calles Olavarría,
Suárez. Gaboto y Ministro Brin y allí dieron nacimiento a Boca Juniors. Era el
3 de abril de 1905 y el joven Baglietto fue ungido presidente, pero a los 10 días
lo reemplazó Luis Cerezo.
Por eso todos
los años se congregan los directivos, socios e hinchas en la vieja plaza, para evocar
que allí fue fundada la popular institución.
El nombre
lo tomaron del barrio y le agregaron la palabra Juniors para aportarle un tono
inglés que se interpretaba como un toque de distinción sobre la fama de
"barrio difícil" de la Boca.
Se cuenta
que la primera camiseta de Boca fue rosa, pero al ser objeto de burlas la
cambiaron por una blanca con rayas horizontales, a la que le siguió una blanca
con rayas azules. Pero como había un equipo con idéntica camiseta, se jugó un partido
decisivo en el cual Boca perdió. Entonces Juan Brichetto —los Brichetto eran
una familia de fuerte ligazón con el club —sugirió los actuales colores que
serían definitivos, tomados de los de un barco sueco.
En 1908
se inscribió en la liga Oficial de la Argentina Football Association y el 3 de
mayo jugó oficialmente por primera vez ante Belgrano Athletic, a quien derrotó
por 3 a 1.
Al año
siguiente accedió a la primera división a raíz de una reestructuración.
Su primer
título lo obtuvo en el torneo de 1919, en el que consiguió tanta diferencia de
puntos con los que le seguían, que el 20 de enero de 1920 el Tribunal de la
Asociación Argentina de Fútbol dio por concluido el campeonato antes de lo
previsto, con Boca puntero e invicto.
Boca
alquiló un salón en Almirante Brown 97, que fue el lugar de reuniones de la Comisión
Directiva. En esta década consiguió títulos oficiales y además la Copa de Honor,
que le fue adjudicada a raíz de una exitosa gira por Europa.
Quiso el
destino que los dos clubes nacidos en la populosa barriada adquirieran un
crecimiento futbolístico y una adhesión popular de tal magnitud que se
convirtieron en los más poderosos del fútbol argentino.
River,
pisando la década del ´30, pega su primer gran salto e inaugura un estadio de
lujo para la época en Alvear y Tagle.
En 1938
tiene lugar la inauguración de su majestuoso Monumental, que en estos días
cumple tres cuartos de siglo de vida. Antonio V. Liberti, un hombre que condujo
a la institución durante décadas, concibió llevar a River a Núñez e instaló la
cancha en la cual jugarían a menudo equipos
de gran envergadura, al par que se disputarían los principales eventos
futbolísticos. Liberti fue el artífice, pero la cancha fue inaugurada bajo la
presidencia del doctor Julio Degrossi. En 1986 el presidente de entonces,
doctor Hugo Santilli le adosó al nombre de Monumental el de "Antonio V.
Liberti", efectivizando una disposición adoptada por su antecesor Rafael
Aragón Cabrera en las postrimerías de su mandato, en 1983. Ello dio lugar a
puntos de vista opuestos entre viejos asociados, adscriptos unos históricamente
al "libertismo" y otros al "degrossismo", que polemizaban
acerca de a cuál de los dos ex presidentes le correspondía dar su nombre al
estadio. Sin embargo la visión generalizada de los distintos sectores ligados a
la marcha de la institución es coincidente con los pasos dados en la materia
por esos dos ex presidentes, al punto que precisamente pocos días después se le
daba el citado nombre a las instalaciones,
A
diferencia de su rival, Boca permaneció afincado en el barrio y el 25 de mayo
de 1940 tuvo su instalación definitiva en lo que después pasó a llamarse
"Bombonera". Entre los años ´60 y ´70 Alberto J. Armando impulsó el
ambicioso proyecto de erigir un nuevo estadio en la Costanera Sur, donde hasta
se colocó la piedra fundamental y se vendieron bonos patrimoniales para
llevarlo adelante, pero llegó el 25 de mayo de 1975, la fecha comprometida para
su inauguración, sin que la iniciativa hubiera avanzado y todo terminó en un
fiasco, con denuncias de estafa incluidas.
Con los
años, a la "Bombonera" le fue adjudicado el nombre de "Camilo
Cichero", que regía los destinos del club cuando la misma se inauguró y
fue el propulsor de la obra. Sorpresivamente, bajo la presidencia de Mauricio
Macri, le sacó ese nombre y le impuso el de Alberto J. Armando, precisamente el
titular de la entidad bajo cuya gestión tuvieron lugar los hechos señalados más
arriba. Un dirigente histórico del club del Riachuelo, el doctor Pablo Abbatangelo
—yerno precisamente del doctor Camilo Cichero —le planteó una vez a Macri la
"gafe" cometida. El hoy Jefe de Gobierno de la Ciudad manifestó que
no estaba en tema y se comprometió a devolverle "en la semana" el
antiguo nombre. Pero el compromiso quedó en agua de borrajas y la cancha de Brandsen
y del Valle Iberlucea hoy se sigue llamando "Alberto J. Armando".
En la
década pasada hubo una iniciativa de Macri para que "el Liberti"
fuera estadio único y sitio de enfrentamiento de las dos tradicionales divisas.
La fuerte presión del entonces secretario de River y después su presidente, José
María Aguilar, junto a vastos sectores de la hinchada de River determinó que la
propuesta fuera a vía muerta.
El primer
clásico de los clásicos —como ahora se identifica a los tradicionales
enfrentamientos de Boca-River o River-Boca —se jugó el 24 de agosto de 1915 en la
cancha de Racing, en Avellaneda, ante un numeroso público y lo ganó River 2 a 1.
El "Tuerto" García —el entonces caudillo de quienes años después
serían apodados "millonarios" —marcó el primer gol de estos
históricos enfrentamientos.
En el año
1931, durante la 17ª fecha del primer torneo de la era profesional, jugaron por
primera vez en la vieja cancha de Boca. Cuando el partido iba 1 a 1, se
suspendió porque los jugadores de River realizaron fuertes cuestionamientos al
gol del empate convertido por el boquense Varallo y se retiraron en la calle,
donde a la salida se enfrentaron las dos hinchadas. Al final todo terminó con
la intervención del Tribunal de Honor que le adjudicó los puntos a Boca.
Boca ganó
el primer campeonato de la era profesional y River el siguiente, en 1932. En
1933, durante la última fecha del certamen, que ambos jugaron en la cancha de River,
este le ganó por primera vez a Boca y fue 3 a 1, con lo que le arruinó la
consagración. El cuadro de la Ribera había llegado a esa instancia aventajando
a San Lorenzo por un punto, pero el triunfo del conjunto de la banda roja, le
permitió a los azulgranas —que ese día ganaron —adjudicarse el campeonato. Fue
una gran frustración para los boquenses, de la que los “xeneizes” se tomaron
revancha décadas después, en 1963, al vencer a River en el propio Monumental
por 1 a 0, una derrota que implicó para los millonarios resignar el campeonato
a manos de Independiente, con el que venía disputando el título palmo a palmo.
"Boca hoy levantó un pagaré a 30 años vista" dijo al terminar este
partido Alberto J. Armando, como "vendetta" de aquel 3 a 1.
Varios
triunfos de River con su recordada "Máquina" en los 40, partidos
decisivos ganados por Boca en los ´60, espectaculares definiciones que fueron inclinando
la balanza para uno u otro lado, a cargo de Severino Varela, Ángel Labruna,
Paulo Valentim, "Pinino" Más, etc., así como la vuelta olímpica de
Boca en el estadio de Núñez en 1969, la de River en la Boca en 1986
("Ahora somos nosotros los que nos cobramos el pagaré" dijo Santilli,
recordando la frase de Armando), fueron inscribiendo capítulos de una rivalidad
que perdura hasta nuestros días.
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