sábado, 30 de mayo de 2015

Excursionistas: primera cancha de césped sintético y un presente esperanzado

Osvaldo Riganti—
Con su partido frente a Sacachispas el 22 de abril, si bien desfavorable en el marcador, Excursionistas inauguró su cancha de césped sintético. Es el único caso en el fútbol argentino, más allá de la pertenencia del club del Bajo en la 1ª C. Hay otros, como el de River, con un field similar, pero destinado a su Escuela de Fútbol Ángel Labruna.
El césped sintético y las dimensiones más grandes de la cancha, alientan perspectivas de un juego de gambeta y más rápido. Los fanáticos de Excursionistas se ilusionan con las perspectivas de lo que puede hacer su Nº 10, el “Mago” Orsi, hoy en el banco, habiendo pasado largamente la barrera de los 30 años.

Pero se cree todavía en las posibilidades de asegurar la circulación de pelota y activar la llegada de este último, exponente de una raza de eximios jugadores como Omar Higinio García (gran figura en el San Lorenzo campeón de 1959), Hugo González (Nº 10 del Argentinos Juniors que sacudió al fútbol argentino en 1960) y Carlos López (mediocampista contratado en 1973 por River Plate, donde alternó con hombres como J.J. López, Merlo y Alonso).
A pesar de haber jugado un solo partido en la primera de Excursionistas y ser catapultado a la fama por Defensores de Belgrano (con su recordada trayectoria en Huracán, la Selección Argentina o habiendo vestido también la camiseta de Independiente), René Houseman, el mundialista de 1978, es un emblema del club por su consecuente condición de “hincha” y por haber hecho buena parte de su carrera en las inferiores del club. Su hijo es hoy miembro de Comisión Directiva.
Excursionistas fue fundado el 1º de febrero de 1910 en el Bajo Belgrano por iniciativa de un grupo de jóvenes que se reunían en la esquina de Pampa y Migueletes, desde donde organizaban excursiones al Delta del Paraná y de ahí surgió el nombre. La primera sede estaba en Palermo, sobre la calle Soler 3631 (Soler y Coronel Díaz) y hacían de locales en la cancha del club Florida, ataviados con el verde y blanco, debido al blanco de los manteles y al verde del césped.
En un principio se llamó Unión Excursionistas, pasando a llamarse Excursionistas a partir de 1920, un nombre que fue elegido por unanimidad.
Tras mucho pelear desde sus albores, le cedieron un descampado en Bajo Belgrano, que conserva hasta hoy, entre las calles La Pampa, José Hernández, Miñones y Migueletes, ubicado en La Pampa 1376. Tiene capacidad para 5.500 personas.
Durante los años del amateurismo jugó en primera (ganó el ascenso en 1924). En 1925 le ganó a River por 1 a 0. En 1928 empató con Boca en el Bajo, en un partido en que la hinchada auriazul llenó la cancha de latas. Ese mismo año le ganó a Independiente.
Un jugador suyo, que fue figura emblemática, Pedro Thilet, integró el seleccionado argentino en 1926. No entró en el profesionalismo. Desde 1935 pasó a participar del torneo de Segunda División de AFA.
Ha sido el suyo un largo peregrinar en las divisionales “B” y “C”. Hace ya  2 décadas que está anclado en la C.
En sus inicios Excursionistas tenía una camiseta blanca, con una franja verde horizontal. En 1920 instaló un modelo parecido al actual, blanca y verde a rayas.
Por los ´60 usó camiseta celeste, en 1973 fue bordó, algunos partidos en los ´80 la usó naranja, rosa en 1994 y cuando fueron agredidos los jugadores de Comunicaciones al comenzar el milenio llevó por un tiempo el negro.
En un partido con Laferrere como eran casacas similares y este club era visitante, “Excursio” jugó el primer tiempo con la camiseta del rival de todas las horas, Defensores de Belgrano y en el segundo con camisetas azules de Centro Asturiano.
En 1969 Chacarita salió campeón venciendo en la final del Metropolitano a River por 4 a 1. Durante un tiempo como homenaje Excursionistas llevó los colores del cuadro campeón de San Martín.
Hace una década, cuando un estilo de conducción daba signos de agotamiento algunos hombres de larga militancia en el viejo club como el dos veces presidente Eduardo Castro, el que fuera tesorero Eduardo Roncoroni (hijo del socio Nº 1, Santiago  Roncoroni) y otros viejos luchadores crearon el “Círculo de Amigos de Excursionistas”, agrupamiento liderado por dos ex presidentes significativos de la historia del viejo club, como Guillermo Black (un hombre que gozó de un reconocimiento de larga data en las filas de la institución) y Camilo Scorpaniti (el último presidente campeón). Guillermo Black falleció y el nucleamiento pasó a llamarse “Círculo de Amigos Guillermo Black”.
Hace 6 años, con el advenimiento de los hombres de esta agrupación, se produjo el anhelado recambio institucional.
Lideraron este proceso dentro de la institución Ángel Lozano (que la conduce desde entonces) y Gustavo Antelo (que  lo secundó como vicepresidente). Antelo falleció en las Islas Malvinas en un viaje del que participó con sus compañeros combatientes en el archipiélago. Hoy el remozado vestuario lleva su nombre. La vicepresidencia recayó en Guillermo Baquero. Y el joven hijo de Antelo ha tomado la posta integrando la Mesa Directiva, junto a muchachos que van adquiriendo predicamento como el secretario Javier Figoli, el tesorero Juan Pablo Scrigna, el vocal Javier Méndez, el presidente del Consejo de Fútbol Daniel Lozano (hijo del presidente).
Se buscan establecer vasos comunicantes con sectores del barrio por su conformación social algo hostiles a los equipos de fútbol.
El club recibe el apodo de “villeros” porque durante gran parte de su existencia lindaba con una Villa del Bajo Belgrano, a la cual la dictadura de Videla erradicó en vísperas del mundial jugado en 1978 en nuestro país.
Allí se practican múltiples disciplinas deportivas. Hasta el fútbol femenino forma parte de ellas, participando de los torneos de AFA, en que disputa un espacio con River, Boca y otras poderosas instituciones de nuestro medio. La práctica de hapkido (arte marcial coreano moderno) constituye una de las más  novedosas.
En 2013 se inauguró la Biblioteca Digital “Raúl Gantes”, que conjuntamente con el Museo, el Instituto Excursionistas y el Centro Cultural del Bajo Belgrano Eusebio Gurostidi lleva a cabo distintas formas de asistencia a los vecinos e instituciones que albergan a la niñez. Esta a su vez tiene inserción permanente en la entidad del Bajo mediante la práctica de Baby Fútbol, Futsal y pluralidad de actividades.

La cancha de césped sintético es un dato ilustrativo de que soplan nuevos vientos aunque bien dice “Página 12” que “la ilusoria imagen de nuevos ricos” no es fácil compatibilizarla con la vida del club. Agrega: “Había que verlo al presidente Ángel Lozano, con mameluco y todo, pintando la platea o al también dirigente Gabriel Chepenekas llevándose a lavar a su casa las camisetas de los jugadores para ahorrarle a la tesorería los 100 pesos del lavadero. Un puñado de lunáticos sacrifican tiempo, familia, trabajo, iluminados por una utopía permanente: hacer que el club sobreviva y si es posible crezca”. El club contempla la realización de obras para el futuro, que hacen al ensanchamiento de la base social. 

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