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Habiendo cumplido casi seis años desde que unoytres fue concebida y un poco menos
desde que por primera vez vio la luz, el grupo que durante ese tiempo fuimos su
núcleo duro y la sostuvimos por las 67 ediciones hemos llegado a la conclusión
que, como toda criatura viva —y unoytres
lo fue—creció, se desarrolló y completó un ciclo que amerita hacer un alto para
reflexionar serenamente sobre su futuro. Desde comienzos de 2012 en que se
gestó la idea y mayo de 2012 cuando se asomó por primera vez al mundo, hasta
hoy, acumulamos una rica experiencia que nos permitió pasar de las apenas
cuarenta entradas registradas en aquel que ahora vemos como remoto mes, hasta
arañar las tres mil que promediaron las ediciones de este 2017.
Ese recorrido nos permite realizar un balance
satisfactorio sobre esta aventura y llegar a la conclusión de que, estimando el
desgaste que ese esfuerzo le demandó a nuestras propias capacidades, vale la
pena concedernos una tregua, darle un cierre a esa etapa, haciéndolo por
nuestra libre decisión y no porque nos lo impongan los caprichos del tiempo.
A grandes brochazos, una mirada sobre el conjunto de
lo producido nos permite sacar la conclusión de que fue y es sumamente valioso
y original lo que mes a mes le fuimos entregando a nuestros lectores y que en
buena medida pudimos alcanzar uno de los objetivos principales que nos
propusimos cuando concebimos unoytres:
el de mostrar que en la vida cotidiana de la mayoría de la gente hay un
sustrato común de acción solidaria y creativa que, adecuadamente articulada,
puede ser la materia prima para enfrentar la cultura egoísta, individualista,
la del sálvese quien pueda, que las clases económicamente dominantes muchas
veces han logrado imponer como hegemónicas al conjunto de la sociedad. Hacia
allí apuntaron las notas que visibilizaron desde las murgas hasta el deporte,
en un recorrido por las raíces históricas y populares de muchos clubes del
país, hasta rescatando los contrapuntos y rivalidades entre instituciones
vecinas del mismo barrio o zona.
Para entender mejor la diversidad del mundo y enriquecer
nuestro bagaje cultural buscamos la ayuda del ajedrez, y enancados sobre
trebejos, ágilmente recorrimos países e indagamos en sus tradiciones, leyendas
y costumbres, algo que de otro modo seguramente nos habría sido muy difícil
acceder y lo hicimos sin olvidar que en el trayecto debíamos seguir desafiando mensualmente
con problemas a la compacta legión de aficionados que disfrutan de participar
de los entreveros que nos propone el juego-ciencia.
La cultura popular, en particular la literatura,
en la medida de lo posible, tampoco faltó a la cita. Privilegiando lo nacional,
se publicaron entrevistas con escritores, comentarios sobre distintas obras e
incluso se hubo también algunos trabajos originales.
Como no podía ser de otro modo, la actualidad
política dio el presente en unoytres,
sin sacarle nunca el cuerpo a expresar su opinión independiente, constructiva,
no partidaria, pero siempre comprometida con el espacio genéricamente llamado
nacional, popular y democrático.
La anterior enumeración sólo intenta ser una muy
apretada síntesis de estos seis años de trayectoria que cerramos con la actual
edición.
También, sin falsa modestia, vale la pena
consignar que durante estos años el desafío no nos resultó fácil, pero lo
encaramos y creemos haber salido airosos. Además, lo acometimos a puro
entusiasmo y pulmón, sin más respaldo económico que nuestros nada rebosantes
bolsillos de laburantes y jubilados. Un ejemplo de lo anterior es que nuestra
original página web debió superar el ataque de hackers que nos obligó a cambiar
el soporte web por el de blog spot y aprender en escasos días un conjunto de aspectos
técnicos, que ni de lejos dominábamos, que hasta ese momento y mientras pudo, se
los cargó sobre la espalda un amigo que gratuitamente diseñó y sostuvo
creativamente la página.
Para cerrar esta enumeración, sólo nos queda
agradecer el respaldo de nuestros lectores, apoyo y aliento sin los cuales nada
de lo anterior hubiera tenido sentido y con quienes, por eso mismo, además de
envolverlos con nuestro abrazo, nos sentimos obligados a darles esta
explicación.
Quienes sientan la tentación de preguntarnos sobre
a qué nos vamos a dedicar a partir del mes que viene, sólo podemos responderles
que ni nosotros aún no lo tenemos decidido, ni claro. Sin embargo, ninguno debe
dudar que seguiremos fieles a nuestras trayectorias de militantes por la vida,
entre cuyos proyectos nunca existió el de sentarnos a contemplar de brazos
cruzados cómo, pasivamente, ella se nos escurre sin dejar rastro.
El equipo de
unoytres.
Muchas gracias por todo Mauricio, sé del esfuerzo que implica llevar adelante un proyecto como "unoytres". Hasta cada momento. Un abrazo sincero. Víctor Domast
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