domingo, 30 de agosto de 2015

El barrio de Flores

Osvaldo Riganti—
Basílica y Banco Nación
A comienzos del siglo XVII, Mateo Leal de Ayala, que venía de Perú, compró 500 varas en el entonces Pago de la Matanza. Décadas después Juan Diego de Flores era el que tenía mayor cantidad de tierras allí e invirtió gran parte de su fortuna en lo que luego formarían el barrio. Su heredero Ramón Francisco Flores y su amigo Antonio Millán establecieron un pueblo que comenzó a identificarse como “las tierras de Flores”. Con los años se denominaría “pueblo de Flores”. El nombre San José proviene del patrono elegido para velar por la primera capilla del lugar.
Era un  poblado de quintas. En esas quintas Juan Manuel de Rosa tenía un establecimiento de campo. Además visitaba la quinta de los Terrero, socio, compadre y a veces su apoderado judicial. La Quinta de los Terrero estaba ubicada en lo que hoy es Avenida Rivadavia 6440. Allí se hacían grandes fiestas y reuniones políticas.
El general Urquiza, después de Caseros, instaló en el barrio su casa quinta. Se ubicaba en la intersección de calle de la Federación (hoy avenida Rivadavia ) y Carabobo. Allí Urquiza promulgó la Constitución de 1853 y la mandó imprimir.
En el mismo lugar, el 10 de noviembre de 1859, se firmó el Pacto de Unidad Nacional o Pacto de San José de Flores, reintegrando la provincia de Buenos Aires a la Confederación, tras el triunfo del ejército de la Confederación Argentina, comandado por Justo José de Urquiza, sobre el del Estado de Buenos Aires, dirigido por Bartolomé Mitre, con lo que culminó su intento separatista.
El inglés Eduardo Mullhal tenía allí la quinta “Lambaré”, en homenaje al cacique de ese nombre. Vestido siempre de levita y portando galera, tenía buenos modales y lo llamaban “El Inglés Bueno” con quien Roca allí jugó al ajedrez.
El 31 de mayo se oficializó como el Día del Barrio de Flores en 2000.
Flores limita con avenida Gaona, Donato Álvarez, Curapaligüe, avenida Directorio, avenida Carabobo, avenida Castañares, Camilo Torres  y Tenorio, avenida Riestra, avenida Perito Moreno, avenida Castañares, Lacarra, Avenida Luis Dellepiane, Autopista 25 de Mayo, Portela y Cuenca.
Tiene a Villa Santa Rita y Villa Mitre al norte, Caballito y Parque Chacabuco al este, Nueva Pompeya y Villa Soldati al sur y Parque Avellaneda y Floresta al oeste.
En 1810 nació el partido San José de Flores y en 1887, junto al de Belgrano, fue anexado a la Capital Federal.
La casona Marcó del Pont (donde vivió la familia del arquitecto Antonio Marcó del Pont), en Artigas 202, es hoy la Casa de la Cultura de Flores.
Barrio de fuertes contrastes, cobija desde un gran centro comercial, hasta la cancha de fútbol de San Lorenzo de Almagro (estadio “Pedro Bidegain” o Nuevo Gasómetro), en el bajo de Flores, donde limita con Pompeya.
El Bajo Flores se caracteriza por casas bajas y poca densidad poblacional. Allí están el Barrio Municipal Presidente Rivadavia, el Barrio Presidente Illia y la villa 1-11-14, agitados por denuncias de inseguridad, al igual que las calles aledañas a la Estación Flores. La justicia de la ciudad dictaminó que la administración de Macri debe restaurar el Complejo Castex del Bajo Flores, que comprende 9 monoblocks y 8 torres en donde viven más de 4.000 personas. Fue planificado durante la dictadura de Onganía para relocalizar a la personas que habían sido expropiadas para extender la Avenida 9 de Julio.
Además, están en la zona los clubes de rugby DAOM y Piñero, el campo deportivo del club Italiano de Buenos Aires, donde hace de local su equipo de rugby, el Complejo futbolístico de Argentinos Juniors y el estadio de Deportivo Español.
En la tradicional la plaza Juan Martín de Pueyrredón, popularmente conocida como plaza Flores, por excavaciones fueron hallados objetos de la vida del siglo XIX. También en Culpina y Rivadavia, sede del CGPC Nº 7.
Frente a la plaza central de Flores, sobre Rivadavia 6950, se levanta la Basílica de San José de Flores desde 1883. El 31 de mayo de 1806 por auto del obispo Benito de Lué y Riega, con la anuencia del virrey Sobremonte, se dispuso erigir una capilla que fuera cabecera de un nuevo Curato, dedicada al patrono San José. La construcción de la misma fue propiciada por el propietario de los terrenos, Ramón Flores, que donó a tal fin una manzana sobre el Camino Real (actual av. Rivadavia), así como otra manzana al frente hacer la plaza, que es la actual plaza Pueyrredón o plaza Flores. En la iglesia se realizaron los funerales de Manuel Dorrego.
El Papa Jorge Mario Bergoglio nació en el barrio, en Varela 268 y vivió en  Membrillar 531, muy cerca. Su vocación religiosa afloró visitando dicha parroquia. Hay una plaqueta que dice: “En esta casa vivió el Papa Francisco -Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires-Marzo 2013”.
El café Colón, ubicado sobre Artigas, frente a la plaza, fue concurrido por barras bravas y poetas, entre ellos Vedani, autor del tango “Adiós muchachos”, El “Café de las Orquídeas”, en Artigas y Yerbal, era centro de reunión de obreros y otros trabajadores que allí se distraían, era lugar habitual para Roberto Arlt, vecino del barrio escribió “El Juguete Rabioso”.
En la confitería “La Perla de Flores”, otro vecino, Julio Cortázar, escribió “Lugar llamado Kindberg”.
También vivieron en Flores, Baldomero Fernández Moreno, Hugo Cadícamo, el “Chino” Guichandut (que compuso los tangos “Misa de Once” y “Melenita de Oro”).
Fue famosa “La Paloma”, de Culpina y Alberdi, donde se inspiraron payadores y poetas.
Reclamos vecinales atribuyen a la negligencia de las autoridades y la búsqueda obsesiva del lucro por parte las inmobiliarias, que Flores haya perdido las casas de Hugo del Carril y de Alfonsina Storni.
Pegado a la Estación de Flores, a metros de Artigas, está el remodelado Pasaje Hugo del Carril, con muchos murales.
Flores se caracteriza por la variedad de comunidades étnicas y organizaciones religiosas. En el barrio hay 59 templos de católicos, judíos, evangélicos, adventistas, budistas, entre otros.
El barrio también alberga establecimiento escolares, desde jardines de infantes hasta de enseñanza media.
También Flores tiene uno de los cementerios de la ciudad, creado en 1807, ocupa varias hectáreas.
Es decir, Flores no solamente es un barrio, sino también un pequeño mundo.

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