jueves, 30 de abril de 2015

El ajedrez en el siglo de las luces

Por el profesor José Pecora—
Si bien el ajedrez fue introducido en Europa por los árabes antes del siglo XIII, recién en el siglo XV, se pusieron en práctica modificaciones en el juego que dieron origen al ajedrez moderno, tal como lo conocemos actualmente. (Ver nota de unoytres “España, cuna del ajedrez moderno”)
Por lo tanto, en los siglos XV, XVI y aún a comienzos del siglo XVII, podemos decir que la preminencia del ajedrez estaba dada en España y en Italia, por la cantidad y calidad de jugadores destacados que allí había.
Pero el ajedrez no es una actividad que pueda considerarse aislada del mundo que la rodea, sino muy por el contrario, está totalmente relacionada con los tiempos políticos y sociales de los distintos países en los que se practica y en la sociedad europea de ese momento ocurrieron muchos cambios importantes que también tuvieron su influencia en la práctica del ajedrez. 
Cuadro del pintor italiano Luiggi Mussini (1813-1888) que muestra el enfrentamiento entre los dos jugadores más importantes del siglo XVI, Ruy López de Sigura y Leonardo Da Cutra, ante la atenta mirada del rey Felipe II.

A lo largo del siglo XVI y siglo XVII, Europa se encontraba envuelta en guerras de religión. Cuando la situación política se estabilizó tras la Paz de Westfalia (acuerdo entre católicos y protestantes, en 1648) y el final de la guerra civil en Inglaterra, todo el pensamiento místico predominante, dejo lugar  a la llamada “Era de la razón”, en la que se dejó de lado el pensamiento religioso que se utilizaba para la explicación de todas las cosas, reemplazándolo por un esclarecimiento de tipo científico, basado en disquisiciones lógicas y de la razón.  
Esto dio origen a un movimiento intelectual histórico conocido como “Ilustración”, con antecedentes en Inglaterra a fines del siglo XVII, pero que básicamente se asentó en Francia. Fue denominado así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón y por este motivo se conoce al siglo XVIII como el Siglo de las luces.
Fundamentalmente la Ilustración puede ser definida como una etapa histórica de la evolución global del pensamiento burgués. Tuvo también una expresión estética, llamada Neoclasicismo.
Desde Francia, donde madura, se extendió por toda Europa y América y renovó especialmente las ciencias, la filosofía, la política y la vida de la sociedad en general.
El siglo XVIII constituye, una época de progreso de los conocimientos racionales y perfeccionamiento de las técnicas de la ciencia. Fue un período de enriquecimiento que potenció a la nueva burguesía, si bien se mantuvieron los derechos tradicionales de los órdenes privilegiados dentro del sistema monárquico absolutista.
Sin embargo, la historia del siglo XVIII consta de dos etapas bien diferenciadas: la primera supone una continuidad del Antiguo Régimen (hasta 1770), y la segunda, de cambios profundos, que culmina con la Revolución estadounidense, la Revolución francesa y la Revolución industrial en Inglaterra.
Entre 1751 y 1765 se publicó en Francia la primera Enciclopedia, por intermedio de Denis Diderot y Jean Le Rond D'Alembert, que pretendía recoger el pensamiento ilustrado.
Los enciclopedistas, querían educar a la sociedad, porque una sociedad culta que piensa por sí misma era la mejor manera de asegurar el fin del Antiguo Régimen (el absolutismo y las dictaduras se basan en la ignorancia del pueblo para dominarlo). En su redacción colaboraron otros pensadores como Montesquieu, Rousseau y Voltaire.
Diderot y D´alembert  autores de la primera enciclopedia
El ajedrez, como ya lo hemos mencionado, no era ajeno a todo esto y este movimiento cultural y filosófico importante, también hizo que la práctica principal del ajedrez se trasladara desde Italia y España a Francia e Inglaterra.
Como en esa época, no existían los clubes de ajedrez, la actividad se desarrollaba básicamente en los cafés.
El primero donde se empezó a practicar ajedrez fue el Café Procope, fundado en 1686 por un siciliano llamado Francesco Procopio dei Coltelli, que aún existe y es el más antiguo y famoso café restaurante de París.
Café Procope, ubicado en la rue de l'Ancienne-Comédie, 12
Autores como Voltaire o Rousseau eran habituales contertulios, en lo que fue el primer café literario.
Diderot concibió entre sus paredes —según dice la «leyenda del Café»— su Encyclopédie y Benjamin Franklin, esbozó la Constitución de los Estados Unidos.
Benjamín Franklin, famoso inventor estadounidense, redactor de la Constitución de Estados Unidos.
Entusiasta ajedrecista, escribió en 1779 un célebre artículo llamado La moral del ajedrez
El Club de los Cordeliers, que aquí se reunió, con Danton y Marat como figuras principales, constituyó también un foco revolucionario.
El gorro frigio (propio de los libertos en la Antigüedad) se exhibió en el Procope por primera vez, y de aquí partió también la consigna para el ataque a las Tullerías el 10 de agosto de 1792, que ocasionó el fin de la monarquía absolutista.
Cuadro que representa a la libertad, con el gorro frigio puesto,
utilizado como símbolo de la Revolución Francesa
La mesa que usaba Voltaire sirvió de altar votivo temporal de sus cenizas y de los ataúdes de Louis Michel le Peletier de Saint-Fargeau y Jean-Paul Marat camino al Panteón.
Paralelamente con el café Procope, surgió otro muy importante, al que concurrían también todos estos intelectuales y que para el ajedrez tuvo mayor importancia, no sólo en el siglo XVIII, sino incluso en el siglo XIX: el Café de La Regence, que abrió sus puertas en 1750.
Café de La Regence desaparecido en 1912
En el ambiente tranquilo de su interior contaba con unos 20 tableros de ajedrez que siempre estaban rodeados por una multitud de aficionados y el humo de los puros y cigarros. Las mesas, muy próximas entre sí, estaban iluminadas con lámparas de gas y recibían el calor de varias estufas.
Allí acudían jugadores profesionales, pero también personas que sólo querían jugar una partida a la salida de sus trabajos o curiosear entre los múltiples encuentros que allí se disputaban. En una habitación aparte se encontraban las mesas de billar y las mesas para jugar a las cartas (sobre todo al whist) o al dominó.
Entre los habitués, además de los más importantes jugadores, se contaban los intelectuales más famosos.
Diderot jugaba diariamente allí con Rousseau, quien generalmente lo derrotaba, lo que revela que su nivel ajedrecístico no era muy bueno.
Filósofo y escritor Jean Jaques Rousseau precursor intelectual
de la revolución francesa, muy aficionado al ajedrez
En La Regence jugaron los mejores ajedrecistas del mundo, algo no muy destacable ya que en aquella época los más importantes del planeta eran franceses. Empezando por Kermur de Legal que jugaba por dinero y dando ventaja a sus rivales.
En 1740, de Legal tomó como aprendiz a un joven de 14 años llamado Francisco André Danican (1726 - 1795) apodado Philidor por el rey Luis XV, en homenaje a un músico italiano llamado Filidori.
Rey de Francia Luis XV
En el café se podía ver a discípulo y maestro jugando decenas de partidas diarias. Cuatro años más tarde, Philidor ya conseguía vencer a Legal dándole un caballo de ventaja, lo que parecía indicar que sería el mejor jugador del planeta en pocos años, si es que ya no lo era.
Philidor, considerado campeón del mundo de la época
En 1747 se trasladó a Londres, donde disputó un célebre match contra el sirio Philip Stamma en el café Slaughter´s considerado uno de los más fuertes jugadores de la época y lo derrotó contundentemente por 8 a 2.
Café Slaughter´s de Londres
Philidor nunca fue derrotado en un match en su vida. Escribió un célebre libro de ajedrez, llamado Análisis del juego del ajedrez, en el que desarrollan muchos conceptos interesantes, que no han perdido su vigencia a pesar del paso del tiempo. Una de sus frases más famosas es “Los peones son el alma del ajedrez”.
También Philidor se dedicó a la música y compuso varias óperas importantes. Entre ellas podemos citar Tom Jones (1765), Carmen Saeculare (1779) y Te Deum (1786). 
 
Teatro de La ópera de París
Philidor a pesar de que por un error fue perseguido por Robespierre en los convulsionados tiempos de la Revolución Francesa y en los últimos años de su vida debió vivir refugiado en Londres, dando clases y conferencias sobre ajedrez, recibió después de su muerte numerosos homenajes.
Maximilien Robespierre, líder de la Revolución Francesa.
También era ajedrecista y concurría al Café de La Regence
Entre los homenajes más destacados a Philidor, tenemos un busto en la fachada del teatro de la Opera, junto al de músicos tan famosos como Beethoven y Mozart.
Busto de Philidor en el Teatro de la Opera de París
También una calle de París lleva su nombre. 
 
Calle de París, homenajeando a Philidor

Se puede considerar a Philidor como el padre del ajedrez moderno y el iniciador en la formulación de  principios lógicos y científicos aplicables al ajedrez. Su recuerdo debe ser imperecedero para todo ajedrecista.

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