Osvaldo Riganti—
Pincharratas y Triperos |
Estudiantes de La Plata y Gimnasia y
Esgrima son protagonistas de uno de los clásicos con más “pimienta” en nuestro
fútbol.
Estudiantes ha ganado más partidos y
conquistado más títulos. Pero la pasión y la rivalidad se mantienen siempre.
Los hinchas gimnasistas a menudo encontrarán a mano un argumento para refutar a
su tradicional oponente, activando la añeja rivalidad. Por ejemplo la que
consideran irritante anulación de los descensos en los ‘60 cuando Estudiantes
estaba condenado al mismo.
Los apodos de ambos tienen, como los de
todos los cuadros de fútbol, orígenes puntuales, a los que no son ajenos en el
inicio connotaciones despectivas que se suelen endilgar las parcialidades que
han tenido fuertes encontronazos, con raíces en la vecindad y profundizados
luego por episodios históricos.
Así a los de Gimnasia le dicen “triperos” a raíz que en un tiempo
proliferaban obreros del frigorífico platense que lo seguían. El hecho de que
su presidente Venturino tuviera una empresa recolectora de residuos determinó
el apodo de “basureros”.
Y la lista de sobrenombres sigue. El de
“mens sana” fue el primero. Se originó como
exaltación de los valores morales de la
juventud y sociabilidad como de las prácticas deportivas que invocó el club
desde el vamos “Mens sana incorpore sano”, era el slogan.
Dos grandes campañas, que si bien no
fructificaron en el título final, hicieron que se populizara al club como el
“Expreso” por su arrolladora marcha en 1933 y el “Lobo” por su sucesión de
halagos en el siempre temible Bosque platense, aunado a la gran campaña de
1962.
Daba cuenta “El Gráfico” que la avanzada
del equipo que entonces dirigía don Adolfo Pedernera caló en hondos enfrentamientos entre los
habitantes de la ciudad de las diagonales. La publicación aludía que hasta
daban lugar a “noviazgos que se rompen”. Es que entonces los gimnasistas
estaban envanecidos, mientras los estudiantiles venían de capa caída y hasta al
seno de las familias llegaba la dureza de las discusiones.
Respecto a Estudiantes, que se le diga
“los pincharratas” tiene más de una interpretación. Se dice que un adicto que lo seguía a todos lados (Felipe
Montedónica) trabajaba en un bar platense, donde eliminaba a las ratas
pinchándolas. Por otro lado se da cuenta que había muchos hinchas ligados a la
carrera de Medicina que para sus estudios e investigaciones solín aplicar
inyecciones a las ratas y las diseccionaban. También se atribuye a que muchos
de sus parciales eran barrenderos y levantaban las hojas utilizando pinches a
los que luego recurrían para eliminar ratas.
Por los 60, que Gimnasia fuera el “Lobo”
hizo que en las filas del oponente se buscara una figura antagónica y así nació
el apelativo de “El León” para los albirrojos. El mismo se robusteció con la
importante sucesión de halagos con que marcó notorias diferencias sobre su
rival de siempre en el segundo lustro. Arrancó siendo el primer campeón
Metropolitano y el primer subcampeón Nacional en una escalada que incluiría el
tricampeonato de América y hasta el de Campeón del Mundo en 1968.
Algunas veces los hinchas del “Lobo” pusieron especial
énfasis en prácticas antideportivas atribuidas a de uno de los hombres más
emblemáticos de Estudiantes como jugador y como técnico (actividad en la que
fue Campeón y Subcampeón del Mundo con la Selección Nacional), el doctor Carlos
Salvador Bilardo. Se ha dicho recurrentemente que siendo jugador pinchaba
provocativamente a rivales con una aguja e inclusive que hurgaba en la
intimidad de los mismos para zaherirlos.
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