Por el profesor José Pecora—
Marcel Duchamp (1887-1968)
fue un importante pintor y escultor francés que se destacó en el siglo XX como
artista de vanguardia y tuvo una importante influencia como precursor del
movimiento pop. Se apasionó de tal manera con el ajedrez, que hasta abandonó
transitoriamente el arte para dedicarse completamente a su práctica.
El arte pop (Pop Art),
al igual que la música pop, fue un importante movimiento artístico iniciado en Londres a mitad del siglo XX, luego difundido por Estados Unidos y el resto del
mundo. Se caracterizó por el empleo de imágenes
de la cultura popular, tomadas de ámbitos muy diversos como medios
de comunicación, comics, películas de cine, etc., contrapuestas a la elitista
cultura existente en las Bellas Artes.
Duchamp
exaltó el valor de lo coyuntural, lo fugaz y lo contemporáneo y fue uno de los
principales sostenedores de la creación artística como resultado de un puro
ejercicio de la voluntad, sin necesidad estricta de formación, preparación o
talento.
Nació en el seno
de una familia de artistas, en una época muy rica en corrientes expresivas. Su
abuelo fue un pintor que llegó a exhibir obras en la Exposición Universal de
París de 1878. Su hermano mayor, Raymond, sería uno de los pocos escultores
cubistas. Otro hermano, Gastón, alcanzó cierta fama como pintor de carteles en
París en la misma época que Toulouse-Lautrec. Su hermana Suzanne también fue
pintora y se casó con Jean Crotti, otro reconocido pintor.
Marcel Duchamp
Nos
encontramos ante un hombre que, además de ser un artista innovador, fue un gran
pensador y un apasionado del ajedrez. Como
jugador profesional, este juego siempre estuvo presente en su vida desde
ángulos bien diferentes: lo usó en sus obras pictóricas, en sus diseños del
juego, en el campo filosófico donde aportó muchas ideas nuevas y en la visión
como arte en sí mismo.
Marcel
Duchamp pintó su primer cuadro, de estilo impresionista en 1902, el mismo año
que aprendió a jugar al ajedrez. En 1904 se fue a vivir con sus hermanos a
París, en Montmartre.
En 1910, pintó
una escena familiar en Puteaux, barrio periférico de París, donde su hermano
Raymond tenía una casa. La obra retrata a sus dos hermanos jugando al ajedrez
en el jardín, junto a sus respectivas esposas.
“La partida de
Ajedrez” cuadro que recuerda el estilo de Paul Cezanne,
pintor que
ejerció en su momento mucha influencia sobre él
Practicó el
cubismo, (cuyo máximo exponente fue Pablo Picasso) en su primera época, para
convertirse después en uno de los precursores del dadaísmo y el surrealismo (movimientos
artísticos de vanguardia surgidos como protesta durante la primera guerra
mundial frente a los cánones estéticos dominantes). Aunque su periodo creativo
fue relativamente corto (dejó que fueran otros los que desarrollaran sus
ideas), se le considera un artista fundamental para comprendeer el arte
posmoderno. Se dice que Duchamp fue un pintor que se hizo un lugar en ese mundo
particular, tanto por lo que hizo como por lo que no hizo.
Pintor español
Pablo Picasso, de fama mundial, máximo
exponente del cubismo,
Se puede ver la
gran diferencia de estilo de Duchamp en sus obras de arte, comparando el cuadro
antes mencionado, con “Los jugadores de ajedrez”, pintado en 1911.
“Los jugadores
de ajedrez”, óleo de estilo cubista
En 1915, huyendo
de la guerra en Europa, Duchamp se trasladó a New York y fue acogido por el
matrimonio Arensberg, que con el tiempo se convertirían en sus protectores y
primeros coleccionistas de su obra.
La casa de los
Arensberg era el lugar normal para las tertulias donde se reunían los miembros
más influyentes de la cultura moderna norteamericana. Durante esas veladas
Duchamp, el habitual invitado de honor, solía buscar un rincón para jugar
alguna partida con su anfitrión o con algún jugador fuerte allí presente. Cada
vez le interesaban menos los debates sobre pintura o literatura y empezaba a
despertarse en él una loca pasión por el juego. Fue en esta época cuando se
hizo socio del famoso Marshall
Chess Club de Nueva York.
Frente del Club
Marshall de ajedrez de Nueva York
En 1918 los
EE.UU. entraron en la Primera Guerra Mundial. Para evitar ser movilizado, Duchamp
se trasladó a Argentina, un país neutral, donde estuvo seis meses jugando al
ajedrez día tras día. Fue en Buenos Aires donde empezó a dedicarse al ajedrez
en serio.
Es muy
significativo que entrara en el mundo del ajedrez como artista. Afirmó que en este
juego mora el arte, en el que describió tres niveles artísticos o estéticos. En
el primero, el de las piezas y el tablero. En el segundo, el movimiento
abstracto de las piezas a través del “espacio intelectual”. Y en el último, la
expresión emocional que surge de su seno.
De acuerdo con
esto, en 1918 diseñó un juego cuyas piezas él mismo torneó. Sólo el caballo,
por su complejidad, fue encargado a un artesano.
Piezas diseñadas
por Duchamp
También proyectó y mandó
fabricar un juego de sellos de goma, que utilizó para dibujar los diagramas de
sus habituales partidas por correspondencia y uno de bolsillo, muy útil para
seguir partidas en un torneo.
Ajedrez de
bolsillo diseñado por el artista
En 1925 creó el
afiche del Campeonato de Francia.
Al finalizar la primera
guerra mundial, volvió a Estados Unidos,
donde tuvo poca actividad artística y en 1923 regresó a París, donde sobre todo
se dedicó durante un largo período a jugar competitivamente al ajedrez. A su
arribo a Europa, participó del torneo en Bruselas, en el cual terminó sexto.
Dejaba
frecuentemente París durante semanas para participar en competencias. Jugó en
la Riviera junto al equipo de Niza, y volvió a participar en el Torneo de
Bruselas al año siguiente. Quedó cuarto. Le invitaron a formar parte del equipo
que representaría a Francia en las primeras Olimpiadas de ajedrez, no oficiales, de 1924, en las cuales Francia se
clasificó séptima. Poco más tarde fue nombrado campeón de la Alta Normandía al
ganar el disputado en Ruan.
En
el de Hyéres le concedieron el premio a la brillantez y en el International
de Paris de 1930 jugó con
los mejores ajedrecistas del planeta. Terminó último, pero hizo tablas con Savielly Tartakower y con George Koltanowsky. Participó en varias competiciones con el equipo
nacional francés, capitaneado por Alexander Alekhine, campeón mundial, y perdió más partidas de las que
ganó. Sin embargo, Edward Lasker lo
consideró “un jugador muy sólido”.
En 1933 participó fue su última presentación de envergadura en la ciudad de Folkestone, al sur de Inglaterra.
En
1944 organizó una exposición denominada “El imaginario ajedrez” donde se
exhibieron entre otras cosas, diversos juegos diseñados por artistas de la
época, como alternativa a las piezas tradicionales.
Juego diseñado
por el artista surrealista Max Ernst
Duchamp posando con
el juego de Max Ernst.
(Como curiosidad podemos apreciar que una
torre blanca y las torres negras están mal colocadas, ya que deben ir en los
extremos, no donde él puso los caballos y el tablero también está mal, ya que el
extremo izquierdo siempre le corresponde a una casilla negra.)
Según Duchamp la
principal virtud que tiene el ajedrez, que le otorga una gran belleza desde el
punto de vista artístico es el movimiento de las piezas de manera abstracta en
“el espacio de la mente”. Para él, jugar una partida
de ajedrez es como diseñar algo o construir un mecanismo por el cual se vive
una experiencia personal.
En 1952, en una
conferencia dada en la New York State Chess Asociation dijo: “Hoy me conformo con jugar. Todavía soy una
víctima del ajedrez. Tiene toda la belleza del arte y mucho más. No puede ser
comercializado. El ajedrez es más puro que el arte en su posición social. Las
piezas del ajedrez son las mayúsculas del alfabeto que da forma a los
pensamientos; y estos pensamientos, aun componiendo un diseño visual en el
tablero, expresan su belleza de forma abstracta, como un poema. […] He llegado
a la conclusión de que, si bien no todos
los artistas son jugadores de ajedrez, todos los jugadores de ajedrez son
artistas.»
En sus últimos
años, se radicó definitivamente en Estados Unidos y adoptó la ciudadanía
norteamericana en 1955.
A
principios de los sesenta, Duchamp siguió con gran interés la progresión de
Bobby Fischer, a quien ya había conocido cuando era un genio de doce años que
jugaba en el Manhattan Chess
Club. En 1967 lo acompañó al
importante torneo en Montecarlo, donde Fischer se consagró campeón.
En 1963, el
fotógrafo Julián Wasse tomó una foto que daría la vuelta al mundo. En la
escena, Marcel Duchamp, un hombre mayor vestido de negro, está frente al
tablero de ajedrez, muy concentrado, en una partida contra una joven
completamente desnuda de piel muy blanca.
La fotografía se hizo en una sala del Pasadena
Art Museum (California), con ocasión de la primera exposición retrospectiva que
se le dedicó a Marcel Duchamp, apenas cinco años antes de su muerte.
Esta nota ademas de abarcar el ajedrez abarca el arte y la historia. De colección como siempre y la espera de un libro...
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias
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