Los caminos de la AFA

Osvaldo Riganti—

Tapia, flanqueado por Moyano y Angelici

“Los caminos de la AFA no son los que imaginaba” —deben cantar a dúo Rodolfo D´Onofrio y  Marcelo Tinelli—.

Es que quizás no han registrado a tiempo la sentencia del ex DT de la selección argentina campeona mundial, César Luis Menotti: “El jefe ha muerto y todos los que estaban a su alrededor quieren ser presidente, quieren ser Grondona”.

Así las cosas, uno de sus discípulos, el Chiqui Tapia, ambiciona ocupar la poltrona vacante que durante prolongados períodos perteneció a Raúl H. Colombo y al mencionado Julio Grondona (éste más el triple de tiempo). Tapia, al igual que Grondona, proviene de un club del Ascenso. Sin embargo hoy hay diferencias: la AFA tiene otro Estatuto, un Tribunal de Cuentas, un Tribunal de Ética. Aquella experiencia, evidentemente es irrepetible.

Listos para acompañarlo en las vicepresidencias están el boquense Daniel Angelici y el “rojo” Hugo Moyano (suegro de Tapia), en ese orden. El pacto se selló en un almuerzo en Mar del Plata. “A Angelici le tocó hacer entender a Macri que en este escenario no había mejor opción”, cuenta “Tiempo Argentino” el 12 de marzo.

El citado diario, bajo el título “Guerra de lobbies, favoritismos y presiones en horas decisivas para la nueva televisación del fútbol”, hace referencia a la existencia de “un lobby incesante”. Y agrega que “talla sobre todo la injerencia de Mauricio Macri”.

La  Cámara Federal a todo esto confirmó los procesamientos por razones inherentes al “Fútbol para todos”, de Aníbal Fernández y Jorge Capitanich, dos de los tres ex jefes de gabinete de Cristina. El mismo diario agrega que para Aníbal Fernández la razón es “muy clara: está votando todo lo que manda el gobierno… y todo lo que le mandan a decir, lo dice”.

La influencia del presidente de la República molesta a Menotti, que no deja pasar oportunidad de dejar sentada su desazón por los manejos del más popular de los deportes. “Macri debería dedicarse a las sociedades anónimas que siguen robando dinero y que hacen que los argentinos deban trabajar 15, 16 horas al día para sobrevivir. Debería dejar el fútbol al fútbol”, dijo en “Página 12” del 5 de marzo.