viernes, 30 de septiembre de 2016

¿El Monumental dejará de ser Liberti?

Osvaldo Riganti—
Parece  que la oleada mercantilista que ganó a Boca Juniors desde el advenimiento de Mauricio Macri es extensiva ahora a River Plate. Sectores incrustados en la administración del presidente D´Onofrio pugnan en tal sentido.
En la última Asamblea empero, merced a la presión de sus integrantes capitaneados por el vocero de la mayoría Sebastián Gagliardi, que hizo un firme planteo adverso a tal propósito en base al documento “NO A LAS S.A. EN EL FÚTBOL ARGENTINO”, suscripto por la unanimidad de las agrupaciones actuantes en la vida política interna del club de Núñez, forzó al titular del club a sostener esa orientación llevándola al Congreso y a los partidos políticos. D´Onofrio venía sustentando una actitud ambigua: “River va a seguir siendo una sociedad civil, pero no puedo obligar a otros clubes si desean lo contrario”, había dicho reiteradamente. Sin embargo, al cierre de la Asamblea giró en su postura y se comprometió a efectivizar el pronunciamiento asambleario sentando un categórico rechazo a la introducción de las S. A. en la AFA, en momentos que recrudecían las versiones de una batería de medidas del Poder Ejecutivo para lograr el sueño dorado de Mauricio Macri: que los clubes se transformen en Sociedades Anónimas.

 “Voy a ir al Congreso y los partidos políticos con esta posición” afirmó D´Onofrio ante una concurrencia que coreó entusiastamente “¡El club es de los socios!”
Pero así como sus tradicionales rivales padecen la caída en picada de Boca Juniors como sociedad civil, los asociados riverplatenses siguen viviendo momentos de zozobra. Su máxima autoridad viene diciendo reiteradamente que es una hipótesis suprimir el nombre de Antonio V. Liberti y dar al estadio el de una firma extranjera. Desconfiados conocedores de los tejes y manejes en el fútbol argentino pusieron en duda el remanido argumento de “saneamiento del pasivo” que esgrimió el comando “millonario”. A poco de andar las manifestaciones presidenciales parecieron robustecer tales temores. “Así podríamos pagar mejores primas a jugadores que no podemos retener por sus demandas económicas” dijo D´Onofrio en “La Red”. Un argumento que parece endeble en un club que pese a tal contingencia cosechó la más importante racha de títulos internacionales de su historia.
En estas condiciones la salida propuesta parece más encaminarse a que los jugadores se lleven el oro y el moro que a otra cosa. Estos abultarían sus ya considerables patrimonios y la identidad riverplatense sufriría un traspié, al despojarse al estadio del nombre del dirigente más popular. Las estimaciones económicas de D´Onofrio no refuerzan el entusiasmo. En un momento habló de u$s 14 millones que ingresarían a las arcas del club por el operativo que ya levantó una polvareda de cuestionamientos por esos lares. Pero en manifestaciones que recoge “Diario Popular” se habla de u$s 5 a 10 millones, lo cual torna muy confuso todo, porque son millones de dólares los que van y vienen.
La oposición riverplatense ha disparado su artillería ante un tema que considera como inmerso en una ofensiva contra la historia. El principal líder opositor, Antonio Caselli, en su visita al Movimiento de Conducción Riverplatense (MOCRI, una de las agrupaciones con mayor peso en la vida política del club, que dio al mismo dos presidentes, los doctores Hugo Santilli y José Aguilar) fue categórico en el rechazo: “Que pinten todo el estadio con el nombre de la firma que quieren traer pero que no toquen el nombre de Liberti. Parecidas posiciones esgrime otro candidato presidencial el ex presidente del Departamento Físico Omar Gagna.

Llamó la atención que todavía no se haya se pronunciado sobre el particular el doctor Kiper, sempiterno crítico de distintas gestiones. Como dato ilustrativo no está de más considerar que en la última Asamblea, sus representantes de socios tuvieron posiciones de acercamiento al oficialismo y hasta de encomio a la conducción.

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