Por el profesor José Pecora—
El
tiempo es una de las cosas más valiosas que tenemos en esta vida terrena, ya
que la misma está limitada por esta variable. Para los creyentes existe vida más
allá de la muerte, pero desconozco si allí se puede jugar al ajedrez, aunque en
una nota anterior (ver nota de unoytres de enero de 2013) hemos mencionado una
experiencia “con el más allá” contada por el gran maestro Víctor Korchnoi en la
que indica que esto es posible. Sea esto cierto o no, eludimos involucrarnos en
la polémica.
Lo
que si vamos a mencionar es la frase del célebre poeta y escritor inglés Lord
Byron (Londres, 1788 – Grecia, 1824), quien dijo que “La vida es demasiado corta, para dedicarla al ajedrez” dada la
complejidad que encierra.
Lord George
Gordon Byron, considerado como uno de los poetas ingleses
más prolíficos
e importantes de la época del Romantisismo
Esto
es cierto en lo referido al ajedrez competitivo profesional, pero en nuestro
planeta es inconmensurable la cantidad de aficionados que lo juegan a título
recreativo solamente o compiten a nivel amateur. Me atrevería a decir que,
después del fútbol, es el deporte más practicado, ya que “todo el mundo” tiene
en su casa un juego de ajedrez.
Muchos
son los que lo practican regularmente en clubes, instituciones o en reuniones
de tipo familiar o con amigos. Hay otros que en cambio, debido a sus
ocupaciones, no disponen del tiempo necesario y lo hacen cuando pueden o
aprovechando alguna circunstancia especial.
Un
ejemplo de esto último lo tenemos en el caso del trágicamente fallecido ex presidente
chileno Salvador Allende, que fue muerto
hace cuarenta y tres años, el 11 de septiembre
de 1973, en ocasión de un cruento golpe militar que lo derrocó, encabezado por
el general Augusto Pinochet.
Salvador
Allende con casco y armado en el momento del ataque golpista al Palacio
Presidencial
Hace
tres años, en una interesante y larga nota que dio al periódico digital The Clinic on line, la que fuera su
amante Gloria Gaitán, quien lo acompañó hasta sus últimos momentos, contó que
el presidente se empeñó en enseñarle a jugar al ajedrez y que durante sus
visitas, generalmente por las noches, pasaban largas horas jugando al ajedrez y
conversando sobre política.
Gloria
Gaitán, hija del legendario Jorge Eliecer Gaitán, revolucionario colombiano,
asesinado en 1948, amante de Salvador Allende, que cuenta actualmente con 73
años
Allende
había aprendido a jugar a los catorce años. Su maestro fue un viejo carpintero
anarquista llamado Juan Demarchi, quien además tuvo una gran influencia en su
formación política posterior.
El ex
presidente mantuvo la pasión por el ajedrez durante toda su vida
Si
bien resulta “algo curiosa” la forma en la que el ex mandatario chileno
aprovechaba su escaso tiempo para jugar al ajedrez, mucho más fuera de lo común
es la pasión que presentan ciertos aficionados húngaros, que no se si por
exceso de fanatismo o por hacer un uso más apropiado del tiempo, no pierden
oportunidad de practicarlo, aunque estén desarrollando otra actividad de manera
principal. Tal es el caso de hacerlo en los baños termales.
Aficionados
al juego ciencia disfrutando de los beneficios de las aguas termales en Hungría
La
ciudad de Budapest es famosa entre otras cosas por las bondades de sus aguas
termales, que son conocidas desde las épocas del Imperio Romano. Uno de sus
balnearios más frecuentados, el de Szechenyi, inaugurado en 1913, le brinda a
los concurrentes las instalaciones necesarias para “aprovechar el tiempo” y
divertirse jugándolo, mientras las aguas medicinales actúan en el cuerpo.
Vista
aérea del Complejo Termal de Szechenyi y en detalle de las mesas donde se juega
El
entusiasmo por el ajedrez es tan grande en Hungría, que por todo Budapest se
puede ver ajedrecistas jugando y como ya
mencionamos, cualquier tiempo libre es bueno para una partida como, por ejemplo,
esperando la salida del tren.
Ajedrez
esperando la salida del tren en la estación terminal oeste de Budapest
La
ciudad de Budapest se halla partida en dos partes por el río Danubio: Buda y
Pest. A la hora de la comida, situado en una calle tranquila del lado de Pest,
nativos y turistas pueden saborear ricos platos típicos en el Chess Restaurant,
cuyo lema es “Dele jaque mate a su paladar”.
Chess
Restaurant, ambientado con motivos ajedrecísticos
Saliendo
de Hungría y trasladándonos a Hollywood, allí tenemos otra importante variante
de su utilización como actividad complementaria para sacarle más provecho del
tiempo.
Es
bien sabido, que las jornadas de labor durante las filmaciones, son largas y
extenuantes, y que actores y actrices muchas veces tienen que esperar largo
rato entre una escena y otra por el armado de los decorados y otras cuestiones
técnicas.
Es
por ello, que muchos que aficionados al juego de los trebejos, disponen de ese
tiempo para hacer lo que les gusta. Algo de lo dicho lo podemos apreciar en las
siguientes imágenes:
El
director Stanley Kubrick enfrentando a George Scott durante un descanso de la
filmación de El teléfono rojo (1963). A la derecha puede verse la partida
inconclusa con un cartel de no tocar.
Antony
Quinn vs. Gregory Peck durante el rodaje
de Los Cañones de Navarone
John Wayne durante un alto en la
filmación de Hondo
Gregory
Peck jugando con la actriz Polly Bergen, mientras filmaban la película El Cabo
del Terror
Charles Chaplin, Marlon Brando y
Sofía Loren, tablero de por medio, planificando una escena de la película La
condesa de Hong Kong
Como conclusión podemos afirmar
con los ejemplos que hemos mostrado que el tiempo destinado para jugar al
ajedrez no debe considerarse como perdido, sino todo lo contrario, útil muy
bien empleado.
Muy buena nota.
ResponderEliminarLinda nota Profesor. Una vez escuché a un brasileño decir: "el tiempo es mi amigo..." en el caso mío, referente al ajedrez, recuerdo a Proust; en aquello de "En búsqueda del tiempo perdido..." Gracias por la nota y por ilustrarme con historias del ajedrez. Me gustaron también las fotos de tantos personajes queridos y admirados, especialmente del presidente Allende. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias
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