Belgrano y Talleres de Córdoba: rivalidades y apodos entre mediterráneos

Osvaldo Riganti— 

Venimos describiendo los seudónimos de clubes de fútbol, que si bien generalmente surgen de tradicionales rivales, con el correr de los años más de una vez fueron adoptados como un timbre de honor por equipos originalmente apabullados con esas denominaciones. En Córdoba, Talleres y Belgrano constituyen uno de los clásicos con más raigambre del interior y la rivalidad que suscitan tiene proyección en el fútbol en general.
De muchos años atrás se ha acusado a los de Belgrano de provocar múltiples calamidades en enfrentamientos futbolísticos. Ello dio lugar a que los hinchas de Talleres repiquetearan motejándolos de “piratas”. En realidad los primeros en “tirar” ese nombre fueron los de otro grande de Córdoba, los de Racing. Pero los de Talleres fueron los que lo hicieron verdadero grito de guerra como si fuera suyo. Viene a ser como para River el apodo de “gallinas” que nació de una agresión del DT de Independiente Faldutti, dando lugar a que los de Banfield en el Sur arrojasen un plumífero. Pero la hinchada de Boca lo hizo luego suyo como si lo hubiesen dicho toda la vida. Sucedió lo mismo con los de Belgrano, que hoy asumen y proclaman su condición de “piratas”. Por las colores de la camiseta quedaron instalados los apodos de albiazules (Talleres) y celestes (Belgrano). Talleres también ha recibido la denominación de “tallarines” como un derivado de su nombre. Algunas malas campañas y mayores descensos de Belgrano llevaron a los hinchas de Talleres a llamar a la tabla de posiciones “pileta”… porque siempre en el fondo se ve “celeste”. A su vez los de Belgrano, buscando espacio para el sarcasmo bautizaron a su tradicional oponente como “Pitufina” (porque tiene el papito celeste) o “botella de ron” (porque con ellos se divierten los “piratas”) La rivalidad y la proliferación de apodos, como en tantos clubes, se instaló en los albores del siglo pasado, pero al empezar a ser protagonistas de torneos Nacionales, creados estos en 1967, se insertaron más en el conocimiento popular y el enfrentamiento (por ser los clubes más poderosos de la “docta”) se ha redoblado.