miércoles, 31 de mayo de 2017

El secuestro y ejecución de Eichmann

Osvaldo Riganti—
El 11 de mayo de 1960  un comando israelí que había viajado en un avión que vino a la fiesta del sesquicentenario, raptó a Adolf Eichmann, uno de los mayores criminales de guerra nazis que había logrado escapar a los tribunales de Núremberg.
Conocido como artífice de la “solución final” su programa de exterminio masivo se aplicó en los campos de concentración de Auschwitz, Chelmno, Belsec y Treblinca.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial era oficial de la SS y fue nombrado en el Departamento para Asuntos Judíos de la Gestapo, policía secreta alemana, con el grado de comandante.
Fue responsable de las ejecuciones, detenciones, deportaciones, confiscaciones del patrimonio y traslado de judíos a los campos de exterminio.
Terminada la guerra fue capturado por los estadounidenses con la identidad de Otto Eckmann. Se escapó y vivió en Alemania bajo el nombre de Otto Heininger.
En 1950 llegó a Italia ayudado por la Iglesia católica y el 14 de junio de 1950 logró fraguar un visado del consulado argentino. Así llegó a la Argentina a mediados de julio a bordo del “Giovanna C” portando documentos emitidos por la Cruz Roja Internacional, a nombre de Ricardo Klement, de estado civil soltero. Su esposa Vera y sus hijos se reunieron con él dos años después.
En Argentina se desempeñó en distintos empleos en la provincia de Tucumán y la zona norte del Gran Buenos Aires, hasta que terminó recalando en la filial argentina de Mercedes Benz en Buenos Aires.
A fines de 1957 llegó a manos de Isser Harel, entonces jefe del Mossad, información sobre su paradero en Buenos Aires. Lotar Hermann, un judío que vivía cerca de Eichman y había perdido a su familia en el  Holocausto, dio al gobierno israelí detalles de su paradero.
Tras una paciente investigación miembros del servicio secreto de Israel entraron en territorio argentino junto a Isser Harel, separados y con identidades falsas.
Eichmann fue sorprendido y capturado al descender del colectivo 203 e introducido en un auto que fingían estar arreglando por un desperfecto, con el cual lo trasladaron a una vivienda alquilada al efecto donde lo interrogaron. En su defensa argumentó que era “sólo una tuerquita” del dispositivo criminal.
Finalmente el 20 de mayo, semiinconsciente, lo trasladaron a Ezeiza, donde lo embarcaron rumbo a Israel en un avión de El Al. Previamente le hicieron firmar un papel dejando constancia que viajaba por propia voluntad para someterse a la justicia.
Hubo gran repercusión  internacional. La embajada israelí explicó que el operativo fue ejecutado por un grupo de “investigadores voluntarios” que trasladó al criminal de guerra con su “plena conformidad”, lamentando si esto configuraba una violación de la soberanía.
El primer ministro israelí Ben Gurión le dirigió una carta a Frondizi en la cual expresaba sus lamentaciones por el episodio pero decía que “sólo muy  pocas personas en el mundo dejarán de comprender la profunda motivación y la suprema justificación moral de este acto”.
Argentina  llevó el tema al Consejo de Seguridad, que condenó a Israel por la violación de normas internacionales. Como consecuencia hubo atentados antisemitas, que llegaron a las escuelas secundarias. El alumno judío Eduardo Trilnik fue herido de gravedad a la salida del colegio.
Procesado en Israel a partir del 10 de abril de 1961, Eichmann arguyó en su defensa que llevó a cabo sus acciones por obediencia debida a sus superiores, que la sentencia rechazó y lo condenó a muerte por crímenes de lesa humanidad, dictamen que fue ejecutado dos años después, el 31 de mayo de 1962. Antes de lo cual, desechó los servicios religiosos de un cura canadiense y vivó a Alemania, Austria y Argentina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar, compartir y opinar