viernes, 31 de enero de 2014

Así mi corazón te añorará

Por Ma. Mercedes Alemán—
Luis Alberto Spinetta
Hace unos días (23 de enero) recordábamos la fecha en que nació Luis Alberto Spinetta, dentro de otros pocos se cumplirá la de su muerte (8 de febrero). Lo que a mi me sigue sorprendiendo es su existencia.
No pienso analizar la vida del músico, porque no estoy a la altura de las circunstancias. Tampoco voy a entrar en una competencia de fanatismos porque estoy segura que la pierdo. Pero sí pienso hacer un pequeño repaso de situaciones que vinieron a mi cabeza y que aparecen bastante seguido.
Recuerdo el día de la muerte de Spinetta, y creo que los de mi generación lo vamos a recordar toda la vida. Creo que vamos a contar una y otra vez dónde estábamos, con quien, cómo impactó la noticia y cuál fue nuestra primera reacción. Lo vamos a contar siendo viejos y tal vez, como la muerte de Gardel en la novela de María Elena Walsh, nos ocupemos de dejar inmortalizado ese momento en las letras. Tal vez vieja le cuente a mis nietos y sobrinos nietos cuando llamé a mi hermano:
“-Che ¿sabes una cosa? Se murió Spinetta.

-Mentira.
-De verdad, boludo.
-Mentira ¿Dónde lo viste?
-Lo están diciendo en TN.
-TN miente”.
No recuerdo como siguió la conversación con el incrédulo, supongo que contuve las lágrimas y le dije “después hablamos”. Esta vez el canal de noticias no mentía, Spinetta se había muerto y mi amigo Tomás se quejaba porque en el kiosco donde trabajaba la gente había expresado pena por la muerte de Romina Yan, pero de El Flaco no decían nada. “Primero Fowgill, ahora El Flaco”, lamentaba el kiosquero. Yo, que había ido a visitarlo porque el duelo de fotos y canciones que se había instaurado en facebook no calmaba mi sentimiento se orfandad, sentía algo parecido. Sólo quedaba el polémicamente recuperado Charly, en ese estado que causaba algo de tristeza, ahí estaba y uno no quería perderlo.
Pienso que Spinetta sería en algún punto, para mí y para los míos, un abuelo copado, mientras Charly era como un tío bardo que aparecía cada tanto. A Luis lo hacia abuelo no sólo su imagen sino también cierta cosa impoluta que supo crear sobre su persona. El Flaco es indiscutible, por momentos no humano, mientras García siempre se divirtió generando discordia y jamás logró ocultar su debilidad. Lo digo como una impresión que no contiene juicio de valor alguno.
Recuerdo que el papá de una amiga nos llevó a ver Spinetta al Colón. Año 2004 o 2005. El señorito y su guitarra solos en el escenario se veían como una recta corta con un pequeño desvío. Unos chicos altos, de más o menos 20 años, presumían hablando del estilo arquitectónico del teatro. Por de cómo lo hacían, parecía que habían tirado un listado sin razón de nombres y edades históricas que recordaban. Podrían haber dicho “Es un Gaudí mesopotámico”, total sonaba súper spinetteana la frase. Recuerdo que cuando terminó un tema alguien gritó “Durazno, Flaco” y Luis contestó (Nunca me oíste a tiempo I) El tipo expuso lo que debe haber hablado con su psicoanalista, en caso de tenerlo. Admito que era de las que iba esperando escuchar Durazno, también admito que la mejor canción de ese concierto fue “Las cosas tienen movimiento” en una versión que ni su propio autor (Páez) pudo imaginar mejor.
“Cuando tocaba Durazno me pedían temas de Almendra. Estoy presentando esto, escuchalo porque me lo vas a pedir cuando presente otra cosa”

Llegó el concierto de las bandas eternas. El fogón al que siempre se había negado. Yo no podía creer estar viendo Pescado Rabioso en vivo, era algo que había asumido imposible y ahí estaba. Era consciente de que no había retroceso en el tiempo, ni ellos eran los mismo, ni el público tan virgen. (Nunca me oíste a tiempo II) El recital fue eterno y él rebalsaba de simpatía. “Querían ver Rock, hubiesen ido a ver AC/DC” o “Después seguimos todos en casa” eran los chistes que tiraba medio superado. Al principio del recital, alguien gritó “¡No te mueras nunca!” y, con su característica entonación, la respuesta fue algo así como “Bueno, pero vos tampoco así te das cuenta”. El canal de noticias no mintió Spinetta se murió, tal vez el tipo que gritó esa noche en Vélez también esté muerto. No sé, de ese en TN no dijeron nada.

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