Por el profesor José Pecora—
Si bien el
ajedrez fue introducido en Europa por los árabes antes del siglo XIII, recién en el
siglo XV, se pusieron en práctica modificaciones en el juego que dieron origen
al ajedrez moderno, tal como lo conocemos actualmente. (Ver nota de unoytres “España,
cuna del ajedrez moderno”)
Por lo tanto, en
los siglos XV, XVI y aún a comienzos del siglo XVII, podemos decir que la
preminencia del ajedrez estaba dada en España y en Italia, por la cantidad y
calidad de jugadores destacados que allí había.
Pero el ajedrez
no es una actividad que pueda considerarse aislada del mundo que la rodea, sino
muy por el contrario, está totalmente relacionada con los tiempos políticos y
sociales de los distintos países en los que se practica y en la sociedad
europea de ese momento ocurrieron muchos cambios importantes que también
tuvieron su influencia en la práctica del ajedrez.
Cuadro del pintor italiano Luiggi
Mussini (1813-1888) que muestra el enfrentamiento entre los dos jugadores más
importantes del siglo XVI, Ruy López de Sigura y Leonardo Da Cutra, ante la
atenta mirada del rey Felipe II.
A lo largo del siglo XVI
y siglo XVII,
Europa se encontraba envuelta en guerras de religión. Cuando la situación
política se estabilizó tras la Paz de
Westfalia (acuerdo entre católicos y protestantes, en 1648) y el
final de la guerra civil en Inglaterra, todo el pensamiento místico
predominante, dejo lugar a la llamada “Era de la razón”, en la que se dejó de
lado el pensamiento religioso que se utilizaba para la explicación de todas las
cosas, reemplazándolo por un esclarecimiento de tipo científico, basado en disquisiciones
lógicas y de la razón.
Esto dio origen a un movimiento intelectual histórico conocido
como “Ilustración”, con antecedentes
en Inglaterra a fines del siglo XVII, pero que básicamente se asentó en
Francia. Fue denominado así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas
de la humanidad mediante las luces de la razón y por este motivo se conoce al siglo
XVIII como el Siglo de las luces.
Fundamentalmente la Ilustración puede ser definida como
una etapa histórica de la evolución global del pensamiento burgués. Tuvo
también una expresión estética, llamada Neoclasicismo.
Desde Francia, donde madura, se extendió por toda Europa y América
y renovó especialmente las ciencias, la filosofía, la política y la vida de la sociedad
en general.
El siglo XVIII constituye, una época de progreso de los
conocimientos racionales y perfeccionamiento de las técnicas de la ciencia. Fue
un período de enriquecimiento que potenció a la nueva burguesía, si bien se
mantuvieron los derechos tradicionales de los órdenes privilegiados dentro del sistema
monárquico absolutista.
Sin embargo, la historia del siglo XVIII consta de dos
etapas bien diferenciadas: la primera supone una continuidad del Antiguo
Régimen (hasta 1770), y la segunda, de cambios profundos, que culmina
con la Revolución estadounidense, la Revolución francesa y la Revolución industrial en Inglaterra.
Entre 1751 y 1765
se publicó en Francia
la primera Enciclopedia, por intermedio de Denis Diderot
y Jean Le Rond D'Alembert, que pretendía recoger el
pensamiento ilustrado.
Los enciclopedistas, querían educar a la sociedad, porque
una sociedad culta que piensa por sí misma era la mejor manera de asegurar el
fin del Antiguo Régimen (el absolutismo
y las dictaduras
se basan en la ignorancia del pueblo para dominarlo). En su redacción colaboraron
otros pensadores como Montesquieu, Rousseau
y Voltaire.
Diderot y D´alembert autores de la primera enciclopedia
El ajedrez, como ya lo hemos mencionado, no era ajeno a
todo esto y este movimiento cultural y filosófico importante, también hizo que
la práctica principal del ajedrez se trasladara desde Italia y España a Francia
e Inglaterra.
Como en esa época, no existían los clubes de ajedrez, la
actividad se desarrollaba básicamente en los cafés.
El primero donde se empezó a practicar ajedrez fue el
Café Procope, fundado en 1686 por un siciliano llamado Francesco Procopio dei
Coltelli, que aún existe y es el más antiguo y famoso café restaurante de
París.
Café Procope, ubicado en la rue
de l'Ancienne-Comédie, 12
Autores como Voltaire o Rousseau eran habituales
contertulios, en lo que fue el primer café literario.
Diderot concibió entre sus paredes —según dice la «leyenda del
Café»— su Encyclopédie y Benjamin
Franklin, esbozó la Constitución de los Estados Unidos.
Benjamín Franklin, famoso inventor estadounidense, redactor de la
Constitución de Estados Unidos.
Entusiasta ajedrecista, escribió en 1779 un célebre artículo llamado
La moral del ajedrez
El Club de los Cordeliers, que aquí se
reunió, con Danton
y Marat
como figuras principales, constituyó también un foco revolucionario.
El gorro frigio
(propio de los libertos en la Antigüedad) se exhibió en el Procope por primera
vez, y de aquí partió también la consigna para el ataque a las Tullerías
el 10 de agosto de 1792, que ocasionó el fin de la monarquía absolutista.
Cuadro que representa a la libertad, con el gorro
frigio puesto,
utilizado como símbolo de la Revolución Francesa
La mesa que usaba Voltaire sirvió de altar votivo temporal de
sus cenizas y de los ataúdes de Louis Michel
le Peletier de Saint-Fargeau y Jean-Paul
Marat camino al Panteón.
Paralelamente con el café Procope, surgió otro muy
importante, al que concurrían también todos estos intelectuales y que para el
ajedrez tuvo mayor importancia, no sólo en el siglo XVIII, sino incluso en el
siglo XIX: el Café de La Regence, que abrió sus puertas en 1750.
Café de La Regence desaparecido en 1912
En el ambiente tranquilo de su interior contaba con
unos 20 tableros de ajedrez que siempre estaban rodeados por una multitud de aficionados
y el humo de los puros y cigarros. Las mesas, muy próximas entre sí, estaban iluminadas
con lámparas de gas y recibían el calor de varias estufas.
Allí acudían jugadores profesionales, pero también personas que sólo
querían jugar una partida a la salida de sus trabajos o curiosear entre los
múltiples encuentros que allí se disputaban. En una habitación aparte se
encontraban las mesas de billar y las mesas para jugar a las cartas (sobre todo
al whist) o al dominó.
Entre los habitués, además de los más importantes jugadores, se
contaban los intelectuales más famosos.
Diderot jugaba diariamente allí con Rousseau,
quien generalmente lo derrotaba, lo que revela que su nivel ajedrecístico no
era muy bueno.
Filósofo y escritor Jean Jaques Rousseau precursor
intelectual
de la revolución francesa, muy aficionado al
ajedrez
En La Regence jugaron los mejores ajedrecistas del mundo, algo no
muy destacable ya que en aquella época los más importantes del planeta eran franceses. Empezando por Kermur de Legal que
jugaba por dinero y dando ventaja a sus rivales.
En 1740, de Legal tomó como aprendiz a un joven de 14 años llamado
Francisco André Danican (1726 - 1795) apodado Philidor por el rey Luis XV, en
homenaje a un músico italiano llamado Filidori.
Rey de Francia Luis XV
En el café se podía
ver a discípulo y maestro jugando decenas de partidas diarias. Cuatro años más
tarde, Philidor ya conseguía vencer a Legal dándole un caballo de ventaja, lo
que parecía indicar que sería el mejor jugador del planeta en pocos años, si es
que ya no lo era.
Philidor, considerado campeón del mundo de la época
En 1747 se trasladó a Londres, donde disputó un célebre match contra
el sirio Philip Stamma en el café Slaughter´s considerado uno de los más
fuertes jugadores de la época y lo derrotó contundentemente por 8 a 2.
Café Slaughter´s de Londres
Philidor nunca fue derrotado en un match en su vida. Escribió un
célebre libro de ajedrez, llamado Análisis del juego del ajedrez, en el que
desarrollan muchos conceptos interesantes, que no han perdido su vigencia a
pesar del paso del tiempo. Una de sus frases más famosas es “Los peones son el
alma del ajedrez”.
También Philidor se dedicó a la música y compuso varias óperas
importantes. Entre ellas podemos citar Tom Jones (1765), Carmen
Saeculare (1779) y Te Deum (1786).
Teatro de La ópera de París
Philidor
a pesar de que por un error fue perseguido por Robespierre en los
convulsionados tiempos de la Revolución Francesa y en los últimos años de su
vida debió vivir refugiado en Londres, dando clases y conferencias sobre
ajedrez, recibió después de su muerte numerosos homenajes.
Maximilien Robespierre, líder de la Revolución Francesa.
También era ajedrecista y concurría al Café de La Regence
Entre los homenajes más destacados a Philidor, tenemos un busto en
la fachada del teatro de la Opera, junto al de músicos tan famosos como
Beethoven y Mozart.
Busto de Philidor en el Teatro de la Opera de
París
También una calle de París lleva su nombre.
Calle de París, homenajeando a Philidor
Se puede
considerar a Philidor como el padre del ajedrez moderno y el iniciador en la
formulación de principios lógicos y
científicos aplicables al ajedrez. Su recuerdo debe ser imperecedero para todo
ajedrecista.
Muy interesante, profe! Con usted siempre se aprende algo nuevo... Abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias Marcelo
EliminarMuchas gracias Marcelo
EliminarInteresesante la historia
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