martes, 31 de enero de 2017

La búsqueda del camino para fortalecer las sociedades civiles en el fútbol

Osvaldo Riganti—
Desde Balcarce 50 se alienta la conversión de los clubes en Sociedades Anónimas. O por lo menos que se instale el negocio. Ello encuentra firme resistencia en los clubes, cuyos socios a través de estructuras agrupacionales y asamblearias han manifestado un fuerte rechazo.
Pero hay sectores ligados al gobierno que siguen alentando formas sutiles de representación que no estén reñidas con el desembarco de los intereses que quieren instalarse.
Sin embargo, no les resulta fácil porque, tal como adelantáramos desde estas columnas, las experiencias mundiales siguen siendo desoladoras y los escándalos estallan. Ahora ha sido el club Valencia de España el que experimenta los percances derivados de la pretendida panacea privatista. “La  gestión de Peter Lim no cumple las expectativas y conduce al club a la peor crisis de sus 98 años de historia” señala el “ABC” hispánico bajo el título “EL VALENCIA ASOMA AL ABISMO”. “Puntuación de descenso […] y una situación financiera especialmente grave” signan, al decir de la publicación, la caótica  experiencia comandada por su accionista mayoritario, el inversor singapurense Peter Lim.
En Inglaterra el Leeds United tras acometer uno de los recurrentes ensayos privatistas debió vender su estadio. El Wimbledon desapareció y pasó a la ciudad de Milton Kney con el nombre de Milton Kenes Dons con nuevos colores y nuevo escudo. Esa y otras experiencias de desnaturalización se dan en ese país y otros de Europa. Proliferan situaciones similares. El Raners de Escocia quebró. En Italia, ya años ha, Fiorentina acumuló una deuda de 50 millones de euros, debiendo vender a Batistuta y otras estrellas con la esperanza de mantener al club. Descendió y desapareció hasta que lo rescató el alcalde de Florencia Leonardo Domenici.

El Parma quebró y su presidente Giampietro Manti fue detenido por la policía italiana luego de ser acusado junto a otras 21 personas de presunto blanqueo de dinero.
Esos y otros casos son expuestos por Patricio De Francesco en “Siempre River”, una publicación que viene desarrollando una incesante prédica de defensa de las sociedades civiles y muestra de las lacras de la oleada en pos de las S.A.
Ahora bien, se trata seguramente de buscar el camino para que las sociedades civiles encuentren un manejo más ordenado y eficiente que les evite sucumbir ante los cantos de sirena de quienes quieren convertir al fútbol en tierra fértil para el negocio y el lucro. La crisis de la AFA y tantos clubes es un tema caliente.
Por eso la actual aventura de la Casa Rosada que, alegando “órdenes de la FIFA”, instaló una “Comisión Normalizadora” con tintes de intervención lisa y llana, hace agua. En medio de graves problemas que  aquejan a la divisional, el presidente de la Mesa Directiva de la Primera “B” Nacional, Daniel Ferreiro, expresó en Radio Telam que el actual jefe de los “normalizadores” Armando Pérez “entró  por la ventana, sabe que está ocupando un lugar que no le corresponde, que nadie lo quiere ni lo votó”.
Hay caminos colectivos como el del Foro Social del Deporte que orientan su búsqueda por el lado de que el deporte sea reconocido como un derecho social y se diseñe una política deportiva acorde con las intenciones fundacionales de las sociedades civiles. “Veríamos con muy buenos ojos que gente de River se sume al esfuerzo que estamos haciendo”, ha manifestado recientemente el secretario de este foro Pablo Abbatangelo, de extracción boquense. En el club de Núñez no existen pronunciamientos ni institucionales ni agrupacionales de respaldo a tal emprendimiento del Foro Social, más allá de que una Asamblea en que llevó la voz cantante el representante de socios Sebastián Gagliardi consiguió el compromiso del presidente D´Onofrio de expresar el firme rechazo a las S.A. en River y en el fútbol argentino. Aparecen sí, experiencias como el Movimiento Osvaldo Riso, que lleva el nombre de un desaparecido dirigente que dio gran impulso al Fútbol Infantil en los “millonarios”, que hoy comandado por su hijo Hernán Riso desarrolla un accionar de defensa de la identidad de la banda roja y establece vasos comunicantes con las distintas  actividades de la entidad acudiendo en su apuntalamiento. Los hombres y mujeres de este nucleamiento se proponen intervenir en las próximas elecciones apoyando al candidato Antonio Caselli. En San Lorenzo asimismo pese al categórico triunfo de la fórmula Lammens-Tinelli vienen apareciendo listas que expresan   un novedoso intento participativo de la base societaria.

Esto mientas instituciones como Lanús hace décadas que ejercieron un paulatino reordenamiento que llevó a la institución del Sur desde andar por la “C” a fines de los 70 a los primeros planos de las competencias locales e internacionales de estos tiempos, de la mano de su consolidación en la faz deportiva y social.
Son caminos que parecen marcar que va ganando espacio –aunque en forma lenta– la persuasión de que la declamatoria de las sociedades civiles, si bien es loable, no basta y que hay que desterrar concepciones empresariales a ultranza, en pugna con los postulados básicos de las sociedades civiles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar, compartir y opinar