miércoles, 31 de julio de 2013

Primera Feria de la Cooperación en Plaza Flores

Mauricio Epsztejn—
Pese a que en la mañana del 6 de julio el cielo se presentaba plomizo y amenazaba derrumbarse sobre la Ciudad de Buenos Aires, los organizadores de la “Primera Feria de la Cooperación en Flores” no se arredraron y, tal como lo tenían previsto, la montaron desde el mediodía hasta las seis de la tarde sobre la Plaza Flores —cuyo nombre oficial es Juan Martín de Pueyrredón —territorio de la Comuna 7 que incluye al barrio porteño del mismo nombre.
La iniciativa formó parte de la celebración del Día Internacional de la Cooperación, establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en diciembre de 1992 para festejarlo a nivel mundial cada primer sábado de julio.
A los convocantes de esta feria los movió, entre otros objetivos, la idea de institucionalizarla como modo de permitir que los vecinos puedan encontrar, agrupados sobre un mismo espacio físico, a la mayoría de los emprendedores que de modo autogestionado o cooperativo desarrollan su actividad en el ámbito de la Comuna 7, para conocer en vivo y en directo cómo desarrollan su labor, cuáles fueron los respectivos puntos de partida, qué obstáculos debieron vencer, sus logros, las necesidades y desafíos que se les presentan en la nueva etapa y, al mismo tiempo, apreciar, disfrutar, comprar y/o contratar los productos y servicios que ofrecen.

En la reciente feria participaron desde iniciativas económicas que acumulan décadas de existencia, hasta las que nacieron bajo el rigor de la necesidad impuesta por la debacle de 2001; también estuvieron allí los que optaron por transitar este camino para preservar las empresas en que trabajaban y que en su momento fueron abandonadas por sus anteriores dueños, así como estuvieron otras que se crearon al influjo de la reactivación económica de estos años y tratan de unir fuerzas individuales para que juntas potencien la diversidad de capacidades.
La variedad que reunió esta primera convocatoria abarcó desde quienes desarrollan actividades que exigen conocimientos de sofisticada tecnología moderna, hasta artesanos que usan herramientas muy básicas; desde expresiones culturales, hasta productores y comercializadores de alimentos, ropa e incluso esteticistas.
En la Plaza expusieron sus producciones y servicios:
“La Taba cooperativa de trabajo Ltda.” (una de las organizadoras de la feria), editora de una revista barrial, fundada por un grupo de periodistas para difundir la vida que desarrolla la gente en el ámbito de la Comuna 7, cuyo Editor responsable es el Lic. Fernando Javier Zuker.
La “Cooperativa de Trabajo Frigorífico Torgelón”, una empresa recuperada por sus trabajadores y autogestionada desde 2009, que en el puesto vendió sus embutidos, publicitó otros fiambres y hasta rifó uno de sus reconocidos jamones.
Por el rubro alimentación también participó “Colectivo Solidario”, un grupo nacido en 2010 para comercializar y distribuir bienes y servicios de la economía social y solidaria proveniente de distintas zonas del país, que ellos concentran y distribuyen en la Ciudad.
Uno de los stands tecnológicos fue el de “Ingecoop”, una cooperativa de trabajo que brinda servicios de ingeniería.
A su vez estuvo presente el Centro de Formación Profesional Nº 24, con su director a la cabeza, el profesor Sergio Lesbegueris, y lo hizo a través de la demostración en vivo de los procesos productivos que enseña en los talleres y cursos que la institución dicta. Entre ellos el de Trayecto en economía social, el de Gastronomía y el de Artesanías.
En la feria tuvo su lugar el Bachillerato Popular 20 Flores, una iniciativa gratuita, popular y autogestiva que permite a jóvenes y adultos terminar en tres años, de manera acelerada, el bachillerato.
También promovió sus actividades, “Amazonas urbanas”, una empresa de peluqueros y esteticistas, recuperada por sus trabajadores en 2009, después del desquicio en que la dejó su anterior dueño.
En cuanto a los productores de ropa, participó la “Textil Culpina Cooperativa Ltda.”, una empresa que se inició en 2003 a partir del Programa Nacional Manos a la Obra, que les permitió comprar las primeras cuatro máquinas de coser, hoy transformada en un emprendimiento que desarrolla su actividad en un edificio de dos plantas, donde confeccionan ropa por encargo.
El rubro indumentaria incluyó a los tejidos en lana confeccionados a telar manual, con dos agujas y/o a crochet, que ocupó su espacio con las “Mujeres tejedoras”, un grupo que funciona en el Centro Comunitario Niños Felices, del Bajo Flores.
Por el sector editorial estuvo la “Editora Patria Grande”, una Cooperativa de trabajo que este año cumple 40 de vida y cuenta en su haber con más de 150 títulos vigentes y se definen como un espacio de búsqueda de nuestra espiritualidad y cultura.
La revista bimestral “Tinta Roja”, dedicada a la temática tanguera, a su historia, su vigencia, su revalorización y renovación temática y musical, fue otra que tuvo su puesto en la feria.
El “Banco Credicoop” fue uno de los organizadores y tuvo su stand atendido por la Comisión de Asociados de Flores Centro y Sud.
Durante el desarrollo de la feria funcionó una radio abierta desde la que se difundió música y mensajes alusivos al festejo.
Y, como no podía ser de otro modo tratándose de un acontecimiento no sólo económico, sino cultural, participó el “Alma Mate-Grupo de teatro comunitario callejero”, que aportó su arte, colorido y humor. Este grupo, nacido en medio de las turbulencias sociales de 2002, forma parte de la Red Nacional de Teatro Comunitario y quien lo busque lo puede encontrar —si hay buen tiempo —todos los sábados desde las 15,30 hs. en la Plaza de los Periodistas y si llueve, se cobijan bajo techo en Morón 2453, domicilio de “La Cazona de Flores”.

Para quien esté interesado en conocer más sobre cada uno de los nombrados, puede buscarlos en las páginas web que tienen o comunicarse con ellos por correo electrónico.








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